CIUDAD DEL VATICANO (EFE).— En solo una noche de agosto de 2014, los terroristas del Estado Islámico (EI) invadieron la llanura de Ninive, en Iraq, y más de 150,000 cristianos tuvieron que huir de sus hogares. Poco a poco están regresando y, aunque se han reducido a la mitad, lo que el Papa verá es “un auténtico milagro” tras tanto dolor y destrucción.
Francisco será en el primer pontífice en visitar Iraq, del viernes 5 al lunes 8 próximo, un viaje que siempre deseó para mostrar su cercanía a la comunidad cristiana perseguida y casi aniquilada tras la invasión del EI, y para ello viajará a Mosul, Erbil y Qaraqosh.
“El Papa va a ver un milagro. No verá la destrucción, una ciudad en ruinas, sino que verá cómo los cristianos de Qaraqosh se han puesto manos a la obra y han reconstruido su ciudad”, explica la española María Lozano, vocera internacional de la Asociación pontificia Ayuda a la Iglesia necesitada (ACN, en sus siglas en inglés).
María Lozano asegura que “casi el 80 % de las casas están en su fase final de reconstrucción y el 50% de la población ya volvió a una zona que durante años fue símbolo del yihadismo, del terrorismo y de la muerte”.
En 2003, se calculaba que había en la región unos 1.4 millones de cristianos y en la actualidad son unos 300,000.
Qaraqosh o Bajdida, como la prefieren llamar los cristianos en arameo, a 32 kilómetros al sureste de Mosul, era la ciudad cristiana más grande de Irak: después de que las fuerzas iraquíes y sus aliados recuperaran estos territorios de manos del EI, en octubre de 2016, decenas de miles de cristianos desplazados volvieron a sus hogares en un lento y doloroso regreso.
Según los últimos datos publicados por ACN, el 43 % de las familias cristianas que vivían en Qaraqosh antes de la invasión de los yihadistas han regresado.
Los benefactores donaron a la asociación pontificia 48.23 millones de euros en estos años para ayudar al regreso de los cristianos, sobre todo en la llanura de Ninive.
Según ACN, además de provocar el éxodo de los cristianos, los yihadistas del EI destrozaron las ciudades: 14,936 casas de cristianos fueron dañadas, 1,009 destruidas totalmente y 3,270 quemadas.
Han vuelto a la llanura de Ninive el 45.53 % de los cristianos, un total de 9,176 familias de las 20,152 que había antes de 2014.
Pero además, los terroristas del EI destruyeron el enorme patrimonio cristiano con 369 iglesias y conventos dañados, 34 de ellos totalmente destrozados y 132 quemados.
El padre Georges Jahola, uno de los párrocos de Qaraqosh que se encargó de las primeras reconstrucciones, explica a Efe por teléfono que en estos años se ha “hecho un buen trabajo” y que “los cristianos han ido volviendo y se han podido establecer en sus casas”, pero muchos “han decidido dejar el país porque según ellos no tienen estabilidad y no hay futuro”.
Jahola señala que el Papa verá que “la población cristiana se ha reducido a la mitad, pero los que se han quedado tienen esperanza y ganas de seguir, de ser testimonio en esta tierra y de reconstruir lo que ha sido destruido”.
El párroco relata las horas frenéticas y de alegría de los cristianos para preparar la visita del Papa: “En Qaraqosh, que nosotros preferimos llamar Bajdida, llevamos preparando esta visita mucho tiempo y con mucho trabajo”.
“Queremos recibir al Papa de la mejor manera, no solo externa, embelleciendo la ciudad con banderas iraquíes y vaticanas, con carteles, cantos y bailes, sino también de manera interna con varias actividades en las iglesias”, relata.
Para Jahola, lo que más toca el corazón es ver a esas familias que huyeron a Europa, pero que han decidido volver porque “aquí tienen sus raíces”.
“Para los cristianos, esta es su tierra, que vale la pena reconstruir y donde vivir”.
En estos días, los cristianos pasan horas limpiando y embelleciendo la gran iglesia sirio-católica de Al-Tahira, de la Inmaculada Concepción, que fue incendiada y saqueada, resultando muy dañada y donde el Papa oficiará una misa.
En el patio de la iglesia había una réplica de la gruta de Lourdes y durante la ocupación del EI esta zona se utilizó como campo de tiro y todavía se pueden ver agujeros de bala en las paredes. En 2016, cuando los yihadistas huyeron, los manuscritos y los libros de oración fueron quemados dentro de la iglesia.
Francisco verá una iglesia totalmente reconstruida, pero donde se han dejado vestigios de las pinturas y objetos religiosos destrozados, además de partes del muro con consignas del EI para que quede constancia de “lo que el terrorismo nos ha infligido a todos”, según el Padre Ammar Yako, supervisor de las obras de restauración de Al-Tahira.