CIUDAD DE MÉXICO, martes 16/02/21 (EFE).— México arrancó ayer la vacunación contra el Covid-19 para mayores de 60 años, priorizando las poblaciones más pobres, en una reactivación del plan de inmunización propiciada por la llegada del primer cargamento de AstraZeneca y en la que se sucedieron las largas filas y obstáculos logísticos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el 95% de los 333 municipios “marginados” que el gobierno eligió para aplicar las nuevas dosis ya las tenían disponibles a primera hora del día, mientras la recepción de las mismas en algunas localidades del norte del país se retrasó “por el mal tiempo”.

“Ya comenzamos el plan de vacunación a partir de hoy y ya no vamos a detenerlo, vamos hacia adelante, a vacunar a todo el pueblo”, celebró el mandatario, espoleado por las 870,000 vacunas de AstraZeneca llegadas desde India y por los nuevos cargamentos de Pfizer que aterrizarán esta semana.

La fórmula británica se aplicará a adultos mayores, un segmento de la población que el gobierno calcula tener vacunado “a mediados de abril”, mientras el nuevo suministro de Pfizer servirá para seguir inoculando al millón de trabajadores sanitarios que hay en el país.

Hasta ayer se habían aplicado 726,313 vacunas contra el Covid-19 en todo México, todas de Pfizer, y solo 86,198 personas habían recibido las dos inyecciones necesarias para la inmunidad.

Las dosis de AstraZeneca inyectadas ayer lunes llegaron el domingo al aeropuerto de Ciudad de México, desde donde viajaron a todos los estados del país mediante ocho rutas aéreas y diversas terrestres.

La capital, principal foco rojo de incidencia de la pandemia y donde más inyecciones contra el Covid-19 se han aplicado, se quedó con 80,000 dosis para inmunizar a los adultos mayores.

Los puntos de vacunación en Ciudad de México para los mayores de 60 años se habilitaron en zonas periféricas en las cuales las largas filas y la desorganización fueron notorias.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, reconoció errores en las previsiones de afluencia y aseguró que “muchas personas” acudieron a vacunarse desde otras zonas. “Ese fue el principal problema y estamos tomando medidas para que no nos ocurra el día de mañana”, dijo, tras reportar más de 11,000 vacunados a primera hora de la tarde.

Así sucedió en la alcaldía de Cuajimalpa, donde la fila recorría centenares de metros alrededor del centro del Seguro Social en el que se aplicaban las dosis.

“No hacen caso”

“No están organizados. Nada más estamos así pasando. Si estuviéramos organizados… La gente se mete (en la fila). No sé si no están informados pero la gente no hace caso”, explicó a EFE Bruno Castillo, un jubilado de 63 años que hacía cola junto a la clínica pública de Cuajimalpa.

Castillo, en el medio de la fila, llevaba una hora de espera pese a no saber si le tocaba una vacuna o si su paciencia serviría solo para que le asignaran un turno, ya que no había accedido al portal en línea habilitado por el gobierno federal para prerregistrarse.

Unos pasos más atrás, Rosalinda Ávila, de 67 años, aseguraba tener “todo listo para la vacuna” porque, tras registrarse en la web del gobierno, le “avisaron por internet” de dónde le tocaba recibir la inyección.

“Incluso por vía celular mandaron una confirmación el día de ayer en la cual ya me informaron de la aceptación de mi registro”, insistía, convencida de recibir la dosis cuando culminara su espera pese a la confusión.

Sin embargo, los adultos mayores que salían vacunados explicaron a EFE que tuvieron que hacer fila para acceder a un turno pese a haberse registrado previamente en el portal gubernamental.

“Hoy vino mi hija a sacar la cita desde las 5 de la mañana. A las 6 nos dieron el número que nos tocaba y nos dijeron que nos podíamos retirar a casa a desayunar y tomar medicamentos. Me tocó mi cita a las 10.45 horas”, reveló María Teresa Arenas, también inscrita en la web del Ejecutivo.

La mujer, de 60 años, celebró el inicio de la inmunización de adultos mayores para que “se acabe todo lo de la epidemia”, que ha dejado casi 175,000 muertos en México, el tercer país del mundo con más decesos por la pandemia, por detrás de Estados Unidos y Brasil.

“Hay mucha gente sin trabajo, no hay restaurantes, no hay nada. Ojalá con esto acabe y vuelva a la normalidad toda la ciudad”, deseó, ya con fecha pero sin hora para una segunda dosis.

“Faltó un poquito”

Con la misma alegría abandonaba la clínica Rosa González, de 79 años, a quien le “faltó un poquito más de explicación” sobre los posibles efectos adversos de la vacuna, lo que le dio un poco de miedo.

“Nada más tuvo adormecimiento del brazo donde le picaron, pero dicen que es normal y se le va a quitar en dos días”, resumió con alivio su sobrina.

Mientras en algunos municipios del norte de México se retrasó la recepción de las vacunas debido a una tormenta invernal, en el sur se reprodujeron las largas filas vistas en el centro del país.

“Me tomaron unos datos pero no me mencionan. Hay mala organización, de veras”, lamentó en entrevista con EFE Rosario Gallegos desde un punto de vacunación en Arriaga, municipio costero de Chiapas.

Rosario aseguró llevar más de cuatro horas de espera después de que le asignaran un turno para vacunarse a las 9 de la mañana.

Pese a los problemas, María Ascensión, de 65 años, animó a todos los ancianos de Chiapas y de México a ponerse la vacuna, porque “la ciencia está muy avanzada y no hay que confiar en noticias falsas” que desaconsejan recibirla.

“Invito a todos los adultos mayores a que se pongan la vacuna. Es una gran protección”, comentó.