CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 13/01/21.- El portal Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad reveló que en 2020 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador entregó por la vía de la adjudicación directa la mayor cantidad de contratos y recursos de la última década.
Durante 2020, el porcentaje de contratos entregados por adjudicación directa llegó al 80.3 % del total y en dinero público se tradujo en el reparto de 189 mil 488 millones de pesos.
Es decir, por primera vez en la historia de México se dio más dinero por adjudicación directa que por licitación. Y no fue por el coronavirus, de acuerdo con el análisis de los datos oficiales.
Además, Leonardo Núñez González, autor de la investigación, señala que “el caso de los servicios de comunicación social y publicidad es uno de los ejemplos de los efectos perversos del uso y abuso de la adjudicación directa”. Ese rubro fue el tercero con mayor porcentaje de recursos entregados por adjudicación directa en 2020.
“Cuando, en lugar de haber procesos de competencia o reglas de asignación claras, lo que prevalece es la incertidumbre, se generan incentivos perversos en términos de la línea informativa y editorial de los medios”, apunta el autor.
Núñez González desglosa que de los 1,447 contratos de publicidad que el gobierno federal dio en 2020, 1,366 fueron por adjudicación directa, es decir, 94.4% del total.
“Si se consideran las 10 empresas que más dinero recibieron por comunicación social en 2020, encontraremos que en el 100% de los casos todos los recursos y contratos se entregaron por adjudicación directa”.
Dos de los medios de comunicación de esa lista son del Sureste: Organización Editorial Acuario (a la cual pertenece el periódico Tabasco Hoy) y Centro de Cultura Nuestra América, que recibieron directamente 41.6 y 34.9 millones de pesos, respectivamente.
A continuación, reproducimos partes medulares de la investigación publicada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
Cuando Andrés Manuel López Obrador eligió que Juntos Haremos Historia sería su lema de campaña, pocos imaginaron que una de las formas en que esto se materializaría sería convirtiéndose en la administración que ha dado más contratos por dedazo desde que tenemos registros. En 2020, el Gobierno Federal rompió récords en dos cifras clave:
El porcentaje de contratos entregados por vía de la adjudicación directa llegó a 80.3% del total.
Los recursos entregados por este mecanismo alcanzaron 189,488 millones de pesos (42.2% del total) y representaron más dinero que el entregado mediante licitaciones públicas.
Además, al analizar de forma detallada la información pública, resulta que la explicación de que este incremento en las adjudicaciones directas se debe principalmente a la pandemia de coronavirus resulta ser absolutamente falsa.
Los datos finales de 2020 (que provienen de las bases oficiales de la Secretaría de Hacienda) muestran que, de los 137,809 contratos reportados durante el 2020, 110,629 se entregaron por adjudicación directa, es decir el 80.3%. La invitación a cuando menos 3 personas, que también es un mecanismo discrecional dado que la invitación a participar dentro del proceso es realizada por la propia autoridad, se utilizó en 7,549 contratos, el 5.5% del total.
En contraste, la licitación pública, que de acuerdo con la Constitución debería de ser el principal mecanismo de compra y contratación, solo representó el 11.2% del total de contratos otorgados durante el 2020, con 15,379 contratos.
El punto más alto de las adjudicaciones directas durante la última década había sido en 2019, durante el primer año de gobierno de López Obrador, cuando alcanzaron 78.1%.
La cifra de 2020 supera su propia marca y coloca al año que acaba de concluir como aquel en el que las adjudicaciones directas se usaron con mayor intensidad desde que tenemos registro.
En el mismo sentido, las licitaciones públicas han tocado su punto más bajo, pues la única cifra cercana a los niveles de 2020 se vio en 2017, cuando llegó a 12.6% del total.
Al analizar los montos contratados, estamos ante una realidad totalmente inédita: según COMPRANET, en 2020 se otorgaron 449,022 millones de pesos (mdp) en contratos. La mayor parte de estos recursos fueron asignados por adjudicación directa. A través de este mecanismo se repartieron 189,488 mdp (42.2% del total).
Este resultado contrasta significativamente con los años anteriores, pues a pesar de que las adjudicaciones directas siempre han sido usadas intensivamente por parte del gobierno, nunca habían entregado más recursos que las licitaciones públicas en su conjunto.
La tendencia a la baja en el uso de las licitaciones públicas ya se había dado desde 2019, con una clara disminución con respecto a otros años, pero, como puede observarse con claridad en la siguiente gráfica, 2020 es el único punto en todos los datos en que las adjudicaciones directas las superaron.
Tanto los gobiernos anteriores como éste justificaban las adjudicaciones directas diciendo que sólo eran usadas en contrataciones relativamente pequeñas y su importancia era menor, mientras que la licitación pública seguía siendo la herramienta con la que se asignaba la mayor parte de los recursos. La realidad es que esto no es así.
Las cifras sin precedente de 2020 se han querido justificar por la pandemia del coronavirus, señalando que obligó a la compra de grandes cantidades de equipo médico y medicinas de manera inmediata.
No es el caso. Y no lo es, según «sus propios datos» de COMPRANET. Si se toman las compras públicas separando entre los diferentes bienes y servicios que el gobierno contrató y se comparan las cantidades que se les destinaron a través de adjudicaciones directas en 2019 y en 2020, podemos identificar si las compras relacionadas con la pandemia efectivamente explican la mayor parte del incremento.
En efecto, las asignaciones directas en los rubros referidos a «Productos químicos, farmacéuticos y de laboratorio» y a «Equipo e instrumental médico y de laboratorio» se elevaron de 33,597 mdp a 51,971 mdp (54.6%). Pero, las compras por la pandemia no son, ni de lejos, la principal explicación en el incremento de las adjudicaciones directas en 2020. Éstas sólo explican el 27% del aumento en 2020.
Leer: El INE aclara que nunca propuso cancelar las ”mañaneras”
El 73% del incremento en el dinero otorgado a través de adjudicaciones directas en 2020 no tiene que ver con rubros dedicados a la atención de la crisis sanitaria por el coronavirus.
La categoría que explica la mayor parte del salto es la «Obra pública en bienes propios» (que engloba las propiedades de las instituciones públicas), que, en conjunto con la categoría «Obra pública en bienes de dominio público» (en la que se consideran todas las obras realizadas en bienes que los habitantes pueden usar sin más restricciones que las establecidas en las leyes, como playas, caminos, puentes, etc.) suman $41,234 mdp, una cifra $38,475 mdp superior a la de 2019 (un incremento de 1,394%).
El mensaje es elocuente: la principal explicación en el aumento de las adjudicaciones directas en 2020 son las obras de esta administración. Y si buscamos cuál es el contrato individual más importante dentro de estas categorías, encontraremos un nombre conocido: el Tren Maya, que en un solo contrato por $25,849 mdp entregó una adjudicación directa a ICA Constructora SA de CV. Este contrato en sí mismo representa 83.5% del monto adjudicado en la categoría que ocupa el primer lugar.