MÉRIDA, Yucatán, lunes 28/12/20.- Luego de que cometió el delito de violencia familiar e intentó llevarse a su hija a la fuera, las Mantarrayas de Tampa Bay despidieron al cubano-yucateco Randy Arozarena y ahora éste jugara para los Leones de Yucatán.

En las Grandes Ligas y en general en todos los deportes de Estados Unidos no perdonan a los deportistas que cometen el delito de violencia familiar y Randy, a pesar de su año de ensueño en las Grandes Ligas no fue la excepción.

La liga de MLB ha suspendido hasta 100 partidos a beisbolistas implicados en escándalos de este tipo, con base a su política creada en el 2015 “violencia doméstica”, donde se investigan y se castigan a los peloteros por actos de violencia doméstica, asalto sexual o abuso infantil, siendo independiente de si se da o no un castigo legal.

A mediados de noviembre, como publicamos, en lo que pareció un abuso más de la policía estatal, agentes detuvieron al pelotero Randy Arozarena, aunque no raptó a su hija ni hubo violencia, pero, la ex esposa está detrás del dinero del Big Leaguer.

Ese día, durante la discusión entre Randy y su ex mujer, en un vídeo que circula en Facebook se ve como una cubana trató de intimidar a la que grababa, pero ésta del dijo “pendeja que te pasa, grábalo grábalo aquí no estás en tu tierra perra. Pendeja cubana”.

Una vez que lo despidieron de Tampa Bay, Randy llegó a un acuerdo con los Leones de Yucatán, en agradecimiento a esta tierra que lo detonó como beisbolista.

Blanca palomita que te lo creíste: ¡Feliz Día de Santos Inocentes!