MÉRIDA, Yucatán, lunes 14/12/20.- Ante la total irresponsabilidad de familias y banqueteras, que violan flagrantemente las medidas sanitarias contra el Covid-19, el gobierno suspendió a partir de hoy lunes los eventos sociales, entre ellos bodas y bautizos.

Las ceremonias religiosas seguirán, porque en los templos se guarda la sana distancia y se usa el cubrebocas, lo que no sucede en las fiestas, en las que la gente se relaja y da rienda suelta a su festejo y se olvida de las medidas sanitarias.

La decisión se tomó por las siguientes razones:

Para preservar la salud de los yucatecos y evitar rebrotes que pongan en riesgo la capacidad hospitalaria del estado.

Se detectó que incumplían lo pactado en el acuerdo de reactivación económica, ya que quienes las convocan y quienes prestan los servicios de banquetes han actuado con irresponsabilidad y estas actividades son un foco de alto riesgo para la salud de los asistentes a este tipo de eventos y por consiguiente a todas las personas con las que interactúan.

En la mayoría de estos festejos hubo acciones que violan los protocolos establecidos:

– Aforo mayor a 50 personas en lugares cerrados y a 100 personas en lugares abiertos 

-Mesas con un número mayor a las 6 personas que se permiten.

-Eventos con duraciones prolongadas mayores a 4 horas y sin respetar el horario de movilidad hasta las 23:30 horas.

-Uso incorrecto o nulo del cubrebocas

-Incumplimiento de las medidas de Sana Distancia 

-Uso de pistas de baile.

En Yucatán, a partir del 2 de noviembre se autorizó la realización de este tipo de festejos, luego de mantener una vía de comunicación efectiva con las empresas organizadoras de eventos y banqueteras, con el objetivo de que las familias que dependen de estas actividades puedan obtener ingresos sin poner en riesgo la salud de los yucatecos.

El Gobierno del Estado lamenta que no hayan cumplido los protocolos establecidos, y reitera que, en Yucatán, lo primero es la salud de la gente y no se dejará que por unos paguen todos los actores económicos que sí han estado siguiendo las disposiciones, ya que, de ponerse en riesgo la capacidad hospitalaria del estado, se tendría que dar marcha atrás en la reapertura económica.