CHICXULUB PUEBLO, Yucatán, sábado 14/11/20.- En venganza porque golpeó con un bate a un policía estatal, policías municipales le dieron tremenda paliza y detuvieron a Carlos Cuá Sulú, quien intentó pasar de angelito y dijo que no sabía porque lo golpearon.
Ayer viernes, tras salir libre, con el rostro desfigurado por la golpiza que recibió, y ante el temor que le hagan dado a su familia, ayer en la tarde Carlos Cuá Sulú denunció que, si hacer nada, la policía municipal lo “levantó” y lo torturó colgado de un árbol.
“Los policías me esposaron y me golpearon dentro de la patrulla; luego me llevaron al monte donde me colgaron de un árbol y me golpearon como una piñata, trataron de asfixiarme con una bolsa en la cabeza y con agua por la nariz, luego me bajaron los pantalones y me torturaron con toques eléctricos en los genitales”, relató el afectado.
Carlos Cuá teme por su vida y la de su familia, ya que fue amenazado de muerte si denunciaba publicamente el abuso policiaco, por lo que responsabiliza a la policía municipal y a la alcaldesa Guadalupe Canto Ale de lo que le pudiera pasar a él y a su familia.
Los hechos se dieron el miércoles 11 de noviembre, en la mañana, cuando Cuá Sulú se dirigía a su trabajo a bordo de un vehículo, pero detuvo su marcha por que vio un cable de alta tensión tirado en la calle, justo en esos momentos cruzaron los policías municipales, a quienes les solicito ayuda para retirar el cable de la carretera.
“Los agentes policiacos sarcásticamente respondieron que no son electricistas, luego se bajaron de una patrulla, rodearon mi vehículo, pidieron que bajara del auto y enseñe mis documentos, pero al bajarme me agredieron, me esposaron y golpearon”, relató Carlos, quien dijo que ahí comenzó su calvario a manos de la policía de Chicxulub, relato que resulta increíble, como si los policías por diversión lo hubieran torturado. Algo había en el fondo y era que él había golpeado con un bate a un policía estatal.
Cuá Sulú dijo que lo llevaron al monte donde lo golpearon nuevamente, colgado como piñata de un árbol, luego lo bajaron y trataron de asfixiarlo poniéndole una bolsa en la cabeza y tirándole agua por la nariz, ya todo mojado los policías le bajaron los pantalones y lo torturaron dándole toques eléctricos en los genitales.
Lo encarcelaron y lo liberaron ayer viernes en la tarde, pero, según dijo, lo amenazaron que si denunciaba a los policías su familia sufrirá las consecuencias.