CIUDAD DE MÉXICO, sábado 24/10/20.- A fines de año se viviría en México un “rebrote” de Covid-19 como el que registra Europa, advirtió José Ángel Córdova Villalobos, exsecretario de Salud.

En entrevista con “El Universal”, señaló que ya hay un “reascenso” en el número de contagios, pero lo más peligroso se verá en noviembre y diciembre, “cuando tengamos ese verdadero rebrote, como está pasando en Europa”.

Consideró que al Gobierno Federal no le debe temblar la mano para volver a confinar a la población cuando incrementen los casos y decesos por coronavirus.

Aseguró que las autoridades deben hacer ahora lo que no hicieron al inicio de la pandemia, como realizar pruebas masivas y fomentar el uso de cubrebocas en todos lados.

El Gobierno Federal tiene un tablero con cifras sobre el Covid-19 en México. Los datos, recabados y ordenados por Conacyt, son actualizados cada 24 horas.

Hay un rubro denominado “defunciones”. Ahí, hasta ayer se habían contabilizado y confirmado 87 mil 894 muertes a causa del virus SARS-Cov-2, pero en realidad la cifra es mayor.

Hay otra pestaña que lo refleja: “Defunciones estimadas (https://datos.covid-19.conacyt.mx/#DOView)”: ahí ya van 102 mil 293 muertes por coronavirus.

Muy lejos ya de aquella cifra de 60 mil fallecimientos, considerada como “catastrófica” en las previsiones iniciales del doctor Hugo López-Gatell, surgen preguntas: ¿se hizo algo mal? ¿Qué cosa fue lo erróneo? ¿Se pudo haber hecho algo de forma distinta para evitar tantos contagios y muertes?

Experiencia por la epidemia de AH1N1
En la entrevista, Córdova Villalobos, secretario de Salud en el gobierno de Felipe Calderón y que enfrentó el brote pandémico de influenza AH1N1 en 2009, aquel virus cuya manifestación empezó en México y luego se esparció por el mundo, causando más de 18 mil muertes globales, señaló que el Gobierno Federal debió hacer esto:

Pruebas masivas y rastrear contactos.
Promover el uso masivo de cubrebocas.
Fomentar las visitas tempranas a hospitales en lugar de desalentarlas para evitar saturaciones: eso provocó estados graves y muertes de contagiados.
¿Qué hacer ahora que crecen de nuevo los contagios?
El especialista en medicina interna y endoscopia propone:

Un millón de pruebas a la semana, como sucede otros países.
Fomentar, ahora sí, el uso masivo de cubrebocas en todos lados.
Que no tiemble la mano para volver a confinar, porque aquí no hay rebrote, es la misma primera ola de contagios, pero lo más peligroso, como en Europa, vendrá en noviembre y diciembre.
¿Qué tres cosas debió haber hecho el Gobierno Federal que no hizo?
Tres cosas fundamentales: primero, haber realizado más pruebas desde un principio para poder encontrar los casos y haberlos aislado, igual que a sus contactos, a fin de evitar la mayor difusión del virus. Esto desde un principio, no hasta después.

En segundo lugar, el uso del cubrebocas desde un principio, también de manera irrestricta para todos, y en todos los ambientes, para tratar de contener esa transmisión.

En tercer lugar, otra política pública: en vez de haber llevado una política de “si se siente mal no deje su casa y nos avisa, y luego venga a ver al médico para que lo revise y vemos qué es lo que requiere”.

Muchos casos no fueron al hospital hasta que ya estaban muy mal o ya nunca fueron porque murieron en casa.

¿Debieron haber fomentado que la gente sí fuera a los médicos y hospitales en lugar de contenerla para que no se saturaran esos hospitales?
Por supuesto, por supuesto…

¿Fue un error no haber prolongado el confinamiento y terminarlo justamente cuando crecían contagios y muertes?
Lo del confinamiento es más discutible, porque evidentemente la mitad de la población en México necesita trabajar, porque si no, no subsiste, pero creo que debieron haber sido mucho más específicos en materia de prevención.

Y otra vez volvemos al cubrebocas: sí teníamos la presión y la necesidad de empezar a abrir en ciertas áreas prioritarias, por ejemplo, como lo empezaron a hacer para la industria, y empezaron a hablar de los protocolos.

Después ya no supimos si realmente en todos esos lugares se hacían pruebas, porque no se hacían pruebas, ¿no? Y eso hizo que continuara la transmisión de manera acelerada.

Y otra vez, las personas que se enfermaban se quedaban ahí, en su casa, y hasta que ya no podían respirar iban a buscar atención al hospital.

Decían: “No, pues mejor me quedo aquí en mi casa…”. Y vemos estadísticas contundentes donde dicen que realmente la estancia de muchos de los pacientes fue muy corta… porque murieron muy pronto, en los primeros tres a cinco días.

¿Qué están a tiempo de hacer el gobierno federal y los estatales para evitar más muertes desbordadas y contagios? Porque seguramente habrá un rebrote como en Europa.
Pues, otra vez, lo que no se hizo: yo creo que insistir en el incremento de las pruebas, porque nada nos dice el hecho de que los casos positivos sean pocos cuando el número de pruebas comparado con muchos otros países, donde llegan a hacer un millón de pruebas por semana, es ínfimo.

No sabemos realmente si la transmisión está contenida o si es que el diagnóstico no es totalmente certero.

Si no se tiene la demostración contundente de que son menos casos porque el porcentaje dentro de las personas que se hacen las pruebas y que salen positivas sigue siendo muy alto, están en alrededor de 40%, no se sabe.

Si estuviera en 10% entonces sí podríamos decir: “Ahora ya estamos en el descenso o en la estabilización”, y eso no lo hemos llegado a ver.

¿México tiene la capacidad para tantas pruebas, un millón de pruebas semanales?
Bueno, pues para eso se hubiera equipado, para eso habría que haber habilitado más laboratorios o más equipos en los laboratorios públicos, para hacer más pruebas.

O también haber facilitado la realización de pruebas a nivel privado, con un costo moderado para que tampoco fuera una carga importante para los pacientes.

Ahora que aparentemente la OPS va a sacar unas pruebas rápidas habría que aprovechar para tratar de rastrear más.

Y que no tiemble la mano (al Gobierno Federal) para volver a confinar a las personas, porque ese rebrote que estamos viendo en Europa, que es verdaderamente muy importante, no es el que estamos viendo aquí.

Aquí lo que estamos viendo todavía es un “reascenso” del número de casos, porque estamos dentro de la misma ola.

Después probablemente llegue a bajar más y probablemente venga lo más peligroso, tres meses después del punto más alto.

Es decir, estamos hablando de noviembre-diciembre, cuando tengamos ese verdadero rebrote, como está pasando en Europa.

No todos, pero sí un gran porcentaje de todas las clases sociales no se comporta. Ese caso de Mexicali, que van a una boda 300 personas y se contagian 100.

Sí, bueno, por supuesto que a uno no le gusta que le pongan restricciones. Pero otra vez: sabemos que el cubrebocas es el mejor medio para poder prevenir esto.

¿Hay algo que usted como médico considere que hizo bien el Gobierno Federal, que valga la pena reconocerle, o de plano no hizo nada bien?
Creo que finalmente alcanzaron a rescatar el equipamiento gracias al papel del canciller (Marcelo Ebrard), que ha sido importante, a través de este puente aéreo con China para traer ventiladores y más equipo.

El trabajo del canciller se ha visto, porque lo tomó como una cosa personal, premiado con el hecho de que tenemos la promesa, por lo menos, y esperemos que así sea, de que la vacuna empiece a llegar desde fines de diciembre, principios de enero.

La parte más importante va a llegar hasta el segundo trimestre del año.