MÉRIDA, Yucatán, lunes 28/09/20.- En una pifia más, la juez Diana Yadira Garrido Colonia le dio una súper ayudada al terrible vándalo Francisco Javier U.K. (a) “Tzorot”: Le quitó el delito de tentativa de homicidio calificado por el de lesiones contra servidor público.
Esta polémica juez, también desestimó un video que publicó en Facebook espontáneamente, “Tzorot”, en el que se vanaglorió que arponeó y amenazó de muerte a un policía municipal de Hunucmá, “porque no lo hizo ante un abogado defensor”.
El sujeto, que es conocido vándalo de Hunucmá, en el mismo video también amenazó a otros policías y a un reportero.
Luego, esta juez modificó la medida cautelar que le había impuesto, que fue la de prisión preventiva oficiosa (se da porque así lo dispone el juez de la causa y se lo permite la Constitución), por la de prisión preventiva justificada, que se da cuando se le pide, funda y motiva.
Incluso determinó que la Fiscalía no pudo acreditar el elemento subjetivo del delito, es decir que el sujeto activo tenía la intención de privar de la vida al pasivo, pero sí se pudo demostrar que hubo una intención de causar una alteración en la salud del agraviado.
Respecto a la amenaza al policía, quien dijo que “Tzorot” le mencionó como “hoy sí te va a cargar la verga, hoy te mueres pinche policía”, no se puede determinar que quería matarlo.
Que si bien en la denuncia hubo un relato, pero este fue encaminado a producir una lesión, ya que si quisiera matarlo al momento que cayó lesionado el agraviado, el imputado se hubiera acercado y terminar con su vida y no se hubiera retirado del lugar.
También que en el lugar de los hechos no se encontraron piedras, por lo que el dicho del policía en el sentido que después de que le dispara le tiró piedras es un dato aislado, ya que no se corroboró con el informe de procesamiento que ocuparan piedras.
Por cuanto a las publicaciones de Facebook, no las tomó en consideración, pues no estuvo asistido de un defensor y no tienen valor esas manifestaciones, y no las puede tomar como un indicio de que quería privarlo de la vida.
Estos hechos se dieron el 15 de septiembre, aproximadamente a las 16 horas, en la calle 27 (carretera Hunucmá-Sisal) entre 54-A y 54-B de la colonia “Santiaguito”, de Hunucmá, específicamente en el puesto de control de sanitización, ubicado enfrente de la posada “María Elena”.
Cuando iba a ser detenido, Francisco Javier se puso como loco cuando le aplicaron las medidas sanitarias para el control del Covid.
Por ello intentó privar de la vida al policía tercero Luis Miguel P.P., ya que le disparó con un arpón a la altura del pecho.
El agente carecía de armas y no tenía algún objeto para defenderse, es por lo que el agente metió su brazo, evitando con ello una lesión mayor que le hubiera ocasionado la muerte, ya que la varilla del arpón se incrustó en esa extremidad, atravesando también su antebrazo, al grado que la punta le alcanzó la axila.