MÉRIDA, Yucatán, martes 18/08/20.- Al tratar de defenderse, el pescador Darwin Alejandro Ch. E., dijo que el taxista lo drogó Y le robó $5 mil de su anticipo para pescar pulpo, pero le dijeron que dio positivo a cocaína, droga que “despierta” al que la consume.

Sin embargo, el tabasqueño siguió con su mentira y dijo que a él, la cocaína y la piedra, que consume desde hace ocho años, lo adormecen, y que al despertar vio que no tenía dinero, le reclamó al taxista quien sacó una navaja, forcejearon y el conductor se hirió y murió.

Ante la juez, el acusado aseguró que el taxista le dio una bebida que lo drogó y se durmió, lo que aprovechó el trabajador del volante para robarle los cinco mil pesos que supuestamente recibió de anticipo, pero no le creyeron la mentira.

En la audiencia realizada hoy martes, la juez de control Blanca Beatriz Bonilla González lo vinculó por el delito de homicidio calificado y lo dejó preso, por todo el tiempo que dure el proceso penal contra el pescador tabasqueño.

Esta mentira la dijo, como publicamos desde el sábado, en la audiencia de imputación, cuando afirmó que el taxista lo asaltó y lo golpeó.

Esa vez, el pescador, antes que escuchara los hechos que se le imputan, alegó que le dolían los costados, pues pretendía hacer creer que a él lo había asaltado su víctima, pero cuando oyó los pormenores de los hechos y que había dos testigos, prefirió quedarse callado.

En los hechos que se le imputan, se señaló que la noche del martes 11 agosto, el malogrado chófer estaba en el sitio de taxis en el centro de Progreso, a un costado del café “Cordobés”, en espera de clientes.

En eso, Darwin Alejandro se acercó y solicitó un servicio a Chicxulub Puerto, en la zona conocida como la de los antros, cerca de “Cocoteros”.

Sin embargo, cuando llegaron a la calle 29 entre 10 y 12 de Chicxulub, le pidió al chófer que se estacionara cerca de un Oxxo, lo que aprovechó el ahora detenido, quien estaba en la parte posterior del vehículo, para amagarlo con un cuchillo de cocina.

Pero José Gabriel se resistió al atraco y Darwin le clavó el arma en cinco ocasiones: Lo hirió en la frente, en la mejilla derecha, en ambos lados del cuello, cercenándole la tráquea, y lo remató clavándole el arma en el abdomen.

Dos testigos, de nombres Francisco y Ricardo, al pasar por el lugar, vieron que las puertas del vehículo se movían y notaron cuando atacaba al taxista y escucharon que el ahora occiso le reclamaba a su agresor que “lo había chingado”.

Ante el ataque del pescador drogadicto, con una madera impidieron que el agresor bajara del taxi, mientras solicitaban la presencia de los elementos policiacos, que arrestaron al asesino.