MÉRIDA, Yucatán, jueves 06/08/20.- El sepelio del cantante mexicano Antonio Camargo Carrasco, quien falleció ayer 5 de agosto será hoy jueves 6 de agosto, a las 13 horas, en el cementerio Xoclán, junto a su esposa, la yucateca Guadalupe González, quien falleció hace algunos años.

Su hija Lourdes Camargo González, quién vive en la Ciudad de México llegó hace unos días para cuidarlo después de una cirugía en el pie que se complicó por la diabetes.

En una ocasión confesó que jamás pensó que 13 lustros después, su canción El Año Viejo seguiría vigente, “menos que se convertiría en una joya musical en Latinoamérica”.

“Francamente no esperé que la canción trascendiera, porque había grabados otras canciones como La bandolera, La engañadora y Partido por la mitad, pero tuve la fortuna que al público le gustara ese tema”, dijo en su hogar de Mérida.

La llegada a Mérida no fue fortuita, ya que su esposa Gilda Guadalupe González Cetina, quien murió hace unos años era yucateca, “nosotros nos venimos a radicar en septiembre de 1988, cuando el huracán Gilberto azotó la Península”.

Desde entonces se integró a la Orquesta Jaranera del Ayuntamiento de Mérida, “ahora estoy jubilado, pero algunas veces la Comuna me hace el favor de invitarme a cantar, sobre todo a finales de año”.

Don Tony Camargo,años lamentó no haber conocido al autor de El Año viejo, el colombiano Crescencio Salcedo, “sé que murió hace poco, hubiera sido un privilegio”.

Como si su mente retrocediera hasta 1953, cuando grabó el tema cuyo estribillo “Me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra” resuena en los hogares de Hispanoamérica, el cantante originario de Jalisco recuerda que la partitura la trajo de Caracas junto con otras, “pero sólo pegó El Año viejo”.

Con una sonrisa que iluminó su rostro marcado por los años de gloria, Tony Camargo agradeció al Santísimo por el éxito de la canción, por la familia que tuvo “y el cariño de los yucatecos que son gente bella, cariñosa y amable”.

En un aniversario a Mérida, dijo: “le doy mis bendiciones, es lo único que le puedo regalar porque no soy hombre de dinero ni de poder; soy rico por el cariño y el amor que me brindan los yucatecos, son chéveres conmigo”.

Don Antonio Camargo Carrasco, desde hace 31 años fue el cantante de jaranas, guarachas y boleros del Ayuntamiento de Mérida.

En diciembre de 2018 abrió su corazón a EFE para pedirle al público del mundo que brinde alegría a sus seres queridos, “es un deseo tan grande como el que tengo de seguir cantando”.

“¿Se imaginan que me pagan por hacer lo que tanto me gusta?”, dijo y compartió algunos recuerdos de su hogar, ubicado en el centro de la capital yucateca, como una enorme imagen del artista que sirvió para la portada del disco que grabó en 1953.

Sus recuerdos afloraron de nuevo hasta la edad de siete años, “desde ahí comencé a cantar en las fiestas familiares y no he parado gracias al cariño del público, así que sólo me resta agradecerles por tanto apoyo. Ahora ya saben por qué yo no olvido Año Viejo…”

La soledad reina en el hogar del cantante mexicano, que casi no puede ver, pero la ignora “cuando pongo mis canciones o cuando la gente me saluda como si fuera el artista de moda”.

“Hoy deseo que la felicidad los abrace, que tengan éxito y salud todos los días y que nunca olviden El Año viejo”.

SEMBLANZA

El legendario cantante tapatío nació en Guadalajara, Jalisco, el 1º de junio de 1926, pero cuando tenía dos años sus padres fijan su residencia en la Ciudad de México, informó el maestro Luis Pérez Sabido, presidente de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín.

“En 1942, con 16 años de edad, se inicia como cantante del conjunto de David Ferruca en el cabaret La Conga”, dijo el investigador musical y promotor cultural al brindar la semblanza del cantante mexicano.

Recordó que después, Tony Camargo formó parte del conjunto de Chucho Rodríguez, en el cabaret Montparnasse, con el cual canta en programas de la XEW y XEQ.

Hace giras por varias ciudades del país y actúa en salones de baile como Los Ángeles, Smirna Club, Floresta, Club Anáhuac, Chamberí, Pavillón, Swing Club, Salón Colonia y otros más, alternando con las orquestas de Dámaso Pérez Prado, Arturo Núñez, Luis Arcaraz, Leopoldo Olivares, Mariano Mercerón, Ramón Bocos Rosado y ”El Chino” Flores.

Alterna con Beny Moré en el Follies Bergere., con quien canta los boleros Esta noche corazón y Sin razón ni justicia, de Chucho Rodríguez, así como la guaracha Deja que suba la marea, de Otilio Porta.

En 1950, graba en sello Peerless acompañado del conjunto de Memo Salamanca.

En 1951, Pérez Prado lo invita a cantar con su orquesta en el Teatro Margo.

En 1952, viaja a Caracas para ser intérprete con la orquesta del venezolano Luis Alfonso Larráin y donde permanece casi dos años.

A su regreso llega con material musical que graba en el sello RCA Victor en 1953 y se convierte en su gran éxito: El Año Viejo.

El disco incluye La engañadora, El hombre aparecido, El negrito del Batey, El partido por la mitad, de Manuel Jiménez.

En su larga carrera actúa en radio, televisión, cine, teatro, salones de baile, giras nacionales e internacionales.

En julio de 1968, hace una gira de cinco semanas por el norte del país.

En 1986, vive tres años en Mérida y se integra como cantante a la Orquesta de la Secretaría de Protección y Vialidad, dirigida por Bartolomé Loría.

Canta en el restaurante La Prosperidad acompañado del grupo Armónico 5. Entre su repertorio destacaron canciones de Wello Rivas, Luis Demetrio, Coqui Navarro y otros compositores yucatecos.

En 1988, regresa a la ciudad de México y, tras breve estancia, vuelve a Mérida para incorporarse a la Orquesta del Ayuntamiento por invitación de su director Carlos Uicab. Desde entonces, participa como cantante en las serenatas yucatecas del Parque de Santa Lucía y en diversos eventos organizados por el municipio.

En julio de 2010, el Ayuntamiento de Mérida le otorgó un reconocimiento por su trayectoria.

Martha López Huan.-