MÉRIDA, Yucatán, miércoles 15/07/20.- Aunque en las elecciones intermedias el partido en el poder suele “arrasar”, esta vez puede ser la excepción, debido al manejo que el gobernador Mauricio Vila Dosal le da a la pandemia del Covid-19, que afecta a muchas personas.
Ahora, el PRI gobierna en 59 municipios, tiene 10 diputados locales, tres diputados federales y un senador. El PAN ganó en 25 municipios, tiene seis diputados locales, dos federales y un senador. Es decir entre los dos gobiernan en 84 municipios.
Entre cinco partidos se dividen 16 municipios y el PRD es el que más gobierna con nueve y tiene un diputado local, sin legislador federal ni senador; le sigue PANAL con cinco municipios y un diputado local; MORENA y Movimiento Ciudadano gobiernan en tres municipios cada uno, pero los populistas tienen cuatro diputados locales y un federal, contra dos locales de MC; el PVEM gobierna en dos municipios y tiene un diputado local y uno federal.
Sin embargo, aunque Jesús Vidal Peniche ganó con las siglas del PVEM, en realidad el triunfo se lo dio el PRI y ahora no se sabe exactamente a que “Dios” sirve: si al verde o al tricolor, aunque podría volverse morenista si su tío Liborio Vidal Aguilar compite por ese partido.
El bipartidismo PRI-PAN seguirá en Yucatán y para que los partidos pequeños obtengan más alcaldías se necesita del desprendimiento de figuras inconformes en el PAN y el PRI, partidos políticos que “surten” de candidatos a los mini partidos.
El PRD, que en las elecciones del 2021 ya tendrá nuevo dirigente estatal, que seguramente será el “Chino” Manzanero, palomeado por Alejandro Cuevas Mena y Eduardo Sobrino Sierra, deberá reforzar su crecimiento en los municipios, aunque NUNCA en su historia en Yucatán ha ganado una diputación local por la vía de elección popular.
El partido del Sol Azteca deberá ganar por lo menos nueve municipios, número que tiene ahora, de lo contrario habrá retrocedido. Sus diputados, igual a los del PVEM, siempre le hicieron el trabajo sucio al PRI, de tirar iniciativas del PAN y apoyar las del tricolor. Con Cuevas Mena no es la excepción en esta Legislatura.
El PVEM está lleno de ex priistas, como en Motul, y MORENA está bien surtido de ex panistas de doble y hasta triple moral como “Lechitas” (Joaquín Díaz Mena), Edgardo el “Enamorador” Medina y Domitilo Carballo, quienes se agandallan puestos y dejan a los morenistas sin nada.
En el proceso electoral de 2021 el PVEM, quien como sanguijuela sangró al PRI durante muchos años, ahora lo hará con MORENA, aunque no tendrá el éxito que tuvo con el tricolor.
A su vez, MC seguirá pegado al PAN, que esta vez no le dará distritos iconos y bastiones azules, como hizo Raúl Paz Alonso hace dos años, a cambio de quien $abe que cosa, de modo que el panorama de este micropartido Naranja es incierto. Raúl Paz le dio, de manera increíble, el Distrito IV a MC, demarcación que con los ojos cerrados y hasta dormido ganan los blanquiazules.
Como en cada elección, el PANAL dependerá de que figura deje al PRI, porque en realidad no gana el partido sino gana el candidato, que siempre es un priista dolido porque no lo dejaron ser candidato.
Este es el panorama con el que partiremos para las elecciones del 2021 y el avance o retroceso del PAN está en manos de los aciertos o desaciertos de Vila, que por ahora tiene más de los segundo.
Estará fuerte el chantaje de MORENA por medio de amenazar con quitar gente de programas sociales y por otro lado con la promesa de incluirla en estos planes de apoyo.
Los partidos sanguijuela (MORENA, PRD, MC, PVEM y PANAL) sobrevivirán en la medida que sangren candidatos y posiciones al PAN y al PRI.