DZILAM GONZÁLEZ, Yucatán, sábado 27/06/20.- En un gesto de apertura, el párroco Melchor Trejo Alvarado aceptó reubicar y redireccionar cuatro bocinas, a fin de no “molestar” a dos familias que dicen que las misas, los rosarios y las alabanzas católicas les molestan.

Con esto, las bocinas quedarán más lejos de las familias “afectadas”, se modificará el volumen

Y, de acuerdo con información recabada, son dos familias las “afectadas” y un enfermo, que es un hombre que sufre depresión; la otra familia dice que le estorba el sonido.

Ayer publicamos que, en lo que consideran un ataque a la iglesia católica y la intolerancia el alcalde Christián Carrillo Baeza, anteayer en la tarde el jefe de la policía y la directora de Salud Nori Camelo le prohibieron al párroco usar altavoces para transmitir la santa misa.

El “argumento” fue que la transmisión de la misa, del rosario y las alabanzas por altavoces que afecta la tranquilidad del vecina Mela Alamilla, cuñada de Nori Camelo. Esta actitud molestó a la inmensa mayoría de los habitantes del pueblo, que considera una intolerancia esta represión en contra el párroco Melchor Trejo Alvarado, ex vicario general de la arquidiócesis.

De acuerdo con datos recabados, debido a la contingencia y la pandemia por el Covid-19, la iglesia católica cerró sus puertas y sus misas las realizaba a puerta cerrada y, con la idea de que la misa la escuche  la gran mayoría del pueblo, colocaron unas bocinas en el techo de la iglesia católica que está en el centro. Además de la misas se escuchaba en las mañanas y las tardes alabanzas y rosarios.

Aunque se logró un acuerdo, varios ciudadanos dijeron que es una especie de coacción a la libertad religiosa, solapada por el alcalde Cristian Carrillo Baeza, quien apoya a funcionarios de la Comuna.