MÉRIDA, Yucatán, jueves 25/06/20.- Ilusionados por “Lechitas”, muchos damnificados esperaban apoyo de vivienda, pero las condiciones que pone el gobierno federal hace que la ayuda se le NIEGUE a los más pobres, que sólo tienen casitas de paja.  

En sus recorridos por municipios afectados, “Lechitas” (Joaquín Díaz Mena) dijo que daría apoyos de vivienda, de modo que la gente entendió que les darían un pie de casa, cuarto o techo, o lo normal que siempre se entrega.

Sin embargo, con tal de ahorrar y que gente de “Lechitas” haga los trabajos, sólo apoyan con reparaciones, pero ponen varias condicionantes fuera de lugar, ilógicas e increíbles: Que la vivienda dañada sea de material, o sea, de bloc y cemento, ya que si es de palos o cartón o casita de paja con palitos no cuenta.

Dos, sólo se harán reparaciones, debido a que la indicación de “Lechitas” es que no hubo daños mayores; sólo repararán cuarteaduras de techos que pasaron agua, paredes húmedas y cosas así.

Esta vez, el FONDEN no dará apoyo de pie de casa ni recamara adicional y todo se maneja por  “servidores de la nación”.

Ayer publicamos que alcaldes de Peto, Dzidzantún, Dzemul, Telchac Puerto (del PRI), Tekax y Oxkutzcab (PRD), entre otros, mandaron por un tubo a enviados del FONDEN: intentaron hacerles firmar que no requieren ayuda.

También dijimos que el gobierno federal dejaría sin ayuda a miles de damnificados de la depresión tropical “Cristóbal”, porque los enviados del FONDEN no reconocen daños, sin que la sub delegada Alejandra Novelo haga algo.

Muchos alcaldes se quejaron y decidieron mandar al carajo a los enviados del gobierno federal, porque éstos han minimizado el daño causado a miles de hogares de comunidades apartadas y muy pobres de Yucatán.

En Papacal, comisaría de Peto, el agua le llegó al techo a una casa de paja, pero los del FONDEN dijeron que ahí no vivía nadie, cuando en realidad era el hogar de tres personas, y al final dijeron que sólo se seca el agua y se puede habitar de nuevo.

En esa casa vivían tres personas de la tercera edad y por las condiciones en que quedó su vivienda ahora viven con sus hijos, pero el gobierno federal no los apoyará.

Hacer una casita de paja cuesta entre $30 mil y $40 mil, dinero que ni de casualidad tendrán esas personas de esa comunidad, y de muchas otras, debido a que son muy pobres.