WASHINGTON, viernes 19/06/20.- En inesperado revés para el presidente Donald Trump, el Tribunal Supremo decidió mantener el programa de Acción Diferida Para los Llegados en la Infancia (DACA).

El plan protege de la deportación a 650,000 jóvenes indocumentados conocidos como “soñadores”.

En ajustada sentencia, con 5 votos a favor y 4 en contra, el Supremo concluyó que Trump no siguió los mecanismos establecidos en la ley cuando interrumpió en 2017 el programa DACA.

El plan se creó en 2012, en la administración de Barack Obama, y permite trabajar o estudiar a miles de indocumentados que llegaron a Estados Unidos de niños.

“La decisión del DHS (siglas del Departamento de Seguridad Nacional) de acabar con DACA fue arbitraria y caprichosa”, escribió el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, de tendencia conservadora.

La Corte no entró a valorar la legalidad de DACA, sino que rechazó el procedimiento que usó el gobierno de Trump a la hora de tumbar el programa.

Dejó claro que la Casa Blanca puede intentar interrumpirlo de nuevo si quiere, pero es probable que le resulte complicado hacerlo antes de las elecciones de noviembre.

La decisión supone una gran victoria y un alivio para los centenares de miles de “soñadores”, que esperaban con nerviosismo un veredicto del que dependen sus proyectos de vida.

“Esta espera me está matando”, escribió el lunes la “soñadora” mexicana Reyna Montoya en un tuit.

Muchos de esos jóvenes eran pesimistas sobre la decisión del Supremo debido a que la mayoría conservadora de la Corte incluye a dos jueces nominados por Trump, Brett Kavanaugh y Neil Gorsuch.

Ambos se opusieron este jueves a la decisión de la mayoría de mantener en pie el programa en un argumento firmado por el magistrado conservador Clarence Thomas.

Señalaron que la decisión de sus colegas es “un intento de evitar una decisión (de Trump) políticamente controvertida, pero legalmente correcta”.

Aunque Trump anunció la interrupción del programa DACA en 2017, los fallos de jueces federales le obligaron a seguir renovando los permisos de beneficiarios que debían actualizar sus documentos cada dos años.

En enero eran 650,000 los “soñadores” que llegaron a Estados Unidos antes de 2007, en su mayoría de la mano de sus padres, los que aún mantenían ese permiso.

Eso les permite vivir fuera de las sombras, al contrario que el resto de los 11 millones de indocumentados que se calcula residen en Estados Unidos.

EFE