MÉRIDA, Yucatán, domingo 07/06/20.- Aunque es muy violento con su familia, a Marcos Augusto C.R. le suspendieron condicionalmente su proceso durante seis meses, tras ser vinculado por el delito de violencia familiar (3) por atacar salvajemente a su ex e hijos, quienes huyeron de la Ciudad de México, ante las constantes agresiones que vivían.

El sujeto fue denunciado por la señora K.I.P.G. y la juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura le impuso que cumpliera las siguientes condiciones para salir del penal: residir en un lugar determinado; frecuentar o dejar de asistir a determinados lugares; prohibición de aproximarse a las víctimas, a la casa de éstas, escuela, lugar de trabajo y a su persona en un rango de 300 metros; someterse a tratamiento médico o psicológico, de preferencia en instituciones públicas; tener un trabajo o empleo, o adquirir, en el plazo que la  juez determine, un oficio, arte, industria o profesión, si no tiene medios propios de subsistencia; cuenta con el plazo de un mes para presentar constancia.

También se someterá a la vigilancia que determine la juez; firmar entre los días 16 a 20 de cada mes; abstenerse de viajar al extranjero; no saldrá del Estado; cumplirá con los deberes de deudor alimentario o depositar mil pesos mensuales; cualquier otra condición que, a juicio de la juez, logre una efectiva tutela de los derechos de la víctima, y colocación de un brazalete electrónico.

Además, tendrá que pagar 15 mil pesos en tres pagos: 5 mil pesos el 8 de junio; 5 mil pesos el 8 de julio, y 5 mil pesos divididos en cinco pagos de a mil pesos los días 16 de cada mes.

En la denuncia, se expuso que la hoy querellante y este sujeto, hace trece años iniciaron una relación sentimental y procrearon dos hijos, y luego comenzaron a vivir en unión libre en la Ciudad de México.

Hace dos años, debido a las agresiones que sufría de parte del sujeto, la señora regresó a vivir a Mérida junto con sus hijos menores, en una casa ubicada en la calle 68 del Centro, donde también habita la madre de KIPG.

En mes de agosto del año pasado, KIPG dio por terminada la relación, lo que enfureció a Marcos Augusto, de modo que despechado retornó a Mérida y comenzó a molestarla constantemente y la agredía fisca y verbalmente, abusos de los que hay antecedentes legalmente documentados.

Lo que colmó a KIPG fue que el 26 de octubre de 2019 la atacó a ella y a sus hijos de forma física, verbal y psicológica.