MÉRIDA, Yucatán, viernes 22/05/20.- Con el pago de $40 mil, por medio de un acuerdo reparatorio Jhonatan Manuel B.D. libró la cárcel y sus problemas, luego que  en octubre del 2019 destrozó un auto, que robó cuando estaba ebrio y dañó dos casas y un poste.

Se comprometió a no acercarse a la dueña del vehículo que se llevó ya la casa de ésta y sus familiares. En abril de este año reparó los daños ocasionados a los inmuebles y por el poste que derribó.

Se le imputó y vinculó por los delitos de robo de vehículo automotor y daño en propiedad ajena (2), por los que lo denunciaron, pero la juez Ileana Georgina Domínguez Zapata explicó que no puede coexistir el robo del vehículo automotor y el daño en propiedad ajena cometido por culpa, en cuanto al daño patrimonial del auto, toda vez que se trata de un solo bien jurídico dañado y existen tesis al respecto, por lo que el avalúo de los destrozos únicamente acreditarían el monto a reparar.

Por su parte, la dueña del automotor siniestrado, Rebeca R.S., le otorgó el perdón, antes que se lleve al cabo la audiencia intermedia. Es decir pocas, el robo del auto quedó impune y sólo garantizó la reparación de los daños que ocasionó.

Fue denunciado por el delito de daño en propiedad ajena por culpa (por el auto) por la señora Rebeca R. S.; Nelsi Emiré VP. (dueña de la lavandería “Málaga”, Mariycela Marybel P.U. (trabajadora del lugar) y Evelia María C.O. (dueña del predio contiguo), por los otros destrozos.

Los hechos ocurrieron el 31 de octubre pasado, a las 05:50 horas, cuando Jhonatan Manuel estaba ebrio y robó un auto Gol,placas YYP-036-C, propiedad de Rebeca R., que estaba estacionado en la calle 153-A entre 86 y 84-B de la colonia “Emiliano Zapata Sur III” y que se hallaba a cargo de Fredi Enrique L.P., que surtía tortillas a tiendas de la zona.

Aprovechó que las llaves estaban puestas en el switch, entró al auto, lo puso en marcha y se fue, pero lo persiguieron por la zona y sobre la calle 54 entre 131 y 129 de la colonia “San José Tecoh”, pasó un tope a exceso de velocidad, lo que le hizo perder el control del vehículo, se proyectó hacia su derecha y chocó contra la pared la lavandería “Málaga”; el auto continuó su trayectoria y chocó con el predio contiguo, propiedad de Evelia María.

Aún con impulso, el Gol giró y se fue contra un poste, para luego detenerse en medio de la calle.

En este lugar acabó la aventura del borracho, porque ya no pudo seguir huyendo en el auto que no era suyo.