MÉRIDA, Yucatán, jueves 23/04/20.- El panista José Pablo Quiñones Guzmán, quien por medio de su asociación civil les “baja” dinero a asociaciones internacionales, es beneficiario del Seguro de Desempleo, que no le corresponde, porque es para los que se quedaron sin trabajo a causa del Covid-19, denunciaron ciudadanos.

Además, no tiene derecho a ese seguro porque no es jefe de familia ni estudia, de modo que indebidamente lo pidió y erróneamente se le dio, agregó nuestro entrevistado.

De acuerdo con datos recabados, José Pabló desde hace casi un año está sin empleo, por mal trabajador, ya que en mayo de 2019 lo corrieron del Comité Directivo Estatal del PAN, porque era indisciplinado, agredía en redes sociales a panistas y se volvió insoportable entre sus compañeros de trabajo.

Con el dinero que le dieron de liquidación, Pablo Quiñones se fue a pasear a Estados Unidos, donde dilapidó la mayor parte y ahora le quita la oportunidad a los que de veras perdieron su trabajo por el Covid-19, mientras que él estuvo de vago casi un año, indicó nuestro entrevistado.

De acuerdo con nuestra fuente, José Pablo Pide dinero a asociaciones civiles internacionales, para supuestamente defender a yucatecos, por medio de su asociación civil llamada “Jornadas de Derechos Humanos”.

Luego que lo corrieron de la Comuna, que presidía Mauricio Vila, Pablo Quiñones llegó al CDE de la mano de Raúl Paz, cuando éste dirigía al PAN estatal y lo contrató porque tenía pleitos con el alcalde, quien le quitó la candidatura a la alcaldía que casi tenía segura el ahora senador, pero por sus escándalos en una fiesta con teiboleras, en la que estaba Montana, se la quitaron.

En 2016 trabajaba en la Comuna meridana que presidía Mauricio Vila, como jefe del departamento de la Juventud, pero lo despidieron porque en horario laboral, 10:30 de la mañana, se paseaba en “chanclas” y short, y fue a una peluquería ubicada cerca de su casa.

Antes, este sujeto, como publicamos oportunamente y antes que nadie, engañó a varios empleados de la Dirección de Desarrollo Humano (a la que está adscrita Mérida Joven), diciéndoles que su contrato no sería renovado, cuando la verdad era que Pablo quería beneficiar a sus amigos de Acción Juvenil con esos contratos.

Según fuentes cercanas a Pablo Quiñones, este sujeto ya traía conflictos desde la administración pasada y ya le habían levantado reportes administrativos por indisciplina y por faltar a su trabajo y, a pesar de que sus superiores le llamaron la atención, la actitud de Quiñones Aguilar siguió, al grado que faltó en numerosas ocasiones a su trabajo y organizaba eventos por su cuenta sin informar a sus superiores.

Se dice que jamás contestaba las llamadas telefónicas de sus jefes inmediatos y llegaba a su centro de labores poco después de las 11 horas. Quiñones Aguilar formó un grupo de seguidores con el que ostentaba cierta fuerza política, pero al final, fueron su propio círculo de amigos quienes delataron los antecedentes del joven, quien al parecer siguió manteniendo esta conducta.