MÉRIDA, Yucatán, jueves 27/02/20.- Durante una manifestación frente al Palacio Municipal, integrantes de la Asociación de Recicladores de Yucatán dijeron que el Ayuntamiento de Mérida no reconoce ni regula el giro comercial al que se dedican, aunque dicen que han sido presa de clausuras y otras sanciones, debido a que carecen de los permisos para operar.

De modo que 250 establecimientos de este tipo se encuentran indefensos ante esta laguna legal.

“No puede ser posible que nosotros no podamos regularizarnos, que no podamos venir al Ayuntamiento. Queremos tener un uso de suelo, queremos tener una licencia de funcionamiento y no podemos”, dijo Felipe May, integrante de este grupo.

“No existe un permiso para que un chatarrero o un reciclador trabaje, no existe. Venimos solamente a pedir que nos den chance de trabajar, que nos regularicen, queremos trabajar, es todo”, afirmó.

Los afectados dijeron que ya se ha clausurado por lo menos dos establecimientos en lo que va de la administración municipal, al tiempo que advierten que existe el riesgo de que más comercios sean sancionados de este modo.

Afirman que el sustento de unas mil familias de personas que se dedican de manera directa a esta actividad se encuentra en riesgo, junto con el de otras tres mil de quienes les venden los artículos como botellas, papel y chatarra.

La agrupación se reunió con representantes del Ayuntamiento, quienes ofrecieron entablar una mesa de diálogo para atender sus demandas de manera paulatina.

“Ya queremos una solución a todas nuestras solicitudes de uso de suelo, queremos que no nos excluyan en los trabajos del medio ambiente porque somos una parte importante”, señaló Gabriel Molina Vázquez, presidente de la Asociación de Recicladores.

“Vamos a analizar cada caso en particular porque ningún es igual, aunque todos nos dedicamos al mismo ramo, es diferente en materiales”, finalizó.

Por último dijeron que la Comuna de Mérida también les ofreció créditos de hasta 100 mil pesos para efectuar adecuaciones en sus establecimientos, como preámbulo a una potencial regularización.

La autoridad y los recicladores estarán en diálogo permanente para atender este asunto, de modo que estos tengan certeza en su labor.