MÉRIDA, Yucatán, miércoles 26/02/20.- La iglesia católica en el movimiento #ElNueveNadieSeMueve, que se efectuará el 9 de marzo próximo, porque es válido que las mujeres protesten contra la violencia y la injusticia, afirmó el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega.

Mientras el presidente Manuel López se opone a este movimiento y, en su mente enferma y paranoica dice que lo hacen contra él, cada día se suman más adeptos a este movimiento nacional.

Hoy miércoles, momentos antes de presidir la misa del miércoles de ceniza, en la Catedral de Mérida, el prelado señaló que en general, las mujeres en México se han sentido agraviadas al no ser reconocidos sus derechos e igualdad.

“En Yucatán este tema, a lo mejor no es preocupante, pero sí hay violencia. Es lamentable que los hombres agredan a sus mujeres, es algo muy grave. Tenemos que dar signos de que estamos a favor de la igualdad y del respeto a la mujer. Ese día es importante que las mujeres se manifiesten si lo quieren hacer. Es momento de darles su lugar”, precisó.

El arzobispo afirmó que también es grave que haya violencia familiar, pues afecta a los niños y se convierte en una escuela, de modo que es importante romper con esa cadena cultural”.

Durante su homilía, Monseñor Gustavo Rodríguez destacó que miles de personas son las que acuden a ponerse la ceniza, aunque lamentó que no todos tienen la convicción de arrepentirse de sus faltas.

De hecho, aseguró que si esto ocurriera, no se cometería delitos en el país y en el estado.

“Si la sociedad que es cristiana, en su mayoría, tuviera esa conversión, deberían acabarse los feminicidios y toda clase de injusticia contra las mujeres, toda la violencia contra la mujer que existe en Yucatán”, dijo.

“Terminarían todos los abortos y terminarían todas las intenciones de dañar a la familia como institución, creada por Dios. También, se acabaría con la inseguridad en México, si esto fuera una realidad en todo el pueblo cristiano”, aseveró.

Con esta ceremonia la iglesia católica de Yucatán comenzó la cuaresma, tiempo en el que los cristianos deben reflexionar y arrepentirse de sus pecados para reencontrarse con Dios, durante la Semana Santa.