MÉRIDA, Yucatán, martes 14/01/20.- La Cruz Roja Mexicana, Delegación Yucatán, recibe unas mil llamadas de auxilio cada mes, de todo el estado, y muchas de ellas son por un paro respiratorio, de modo que capacitarse en cómo ayudar es vital para salvar una vida.

Esto se dijo en el marco del primer Taller de Activación de la Emergencia y Reanimación Cardiopulmonar (RCP) básico para la población abierta, con el que comenzó una serie de talleres que instructores de la Cruz Roja realizarán, con el objetivo de enseñar las técnicas que pueden ayudar a salvar una vida y al que acudieron 50 personas.

“Estas actividades están enfocadas a explicar a la sociedad como reconocer una emergencia, que hacer en esos casos y cómo aplicar correctamente las maniobras para auxiliar a una persona que tiene problemas para respirar por la obstrucción de algún objeto en su garganta, de modo que está inconsciente y no respira”, aseguró el coordinador estatal de Socorros, Fernando Estrada Novelo.

Desde ayer lunes y hasta el sábado 18 se realizarán talleres gratuitos en los que impartirán otros temas como el manejo del Desfibrilador Automático Externo (DAE) y cómo aplicar la maniobra de Heimlich en caso de atragantamiento.

“Actualmente en la ciudad hay varios espacios públicos en donde hay un DAE, pero muchas veces las personas no saben que funciona y con este taller y siguiendo las indicaciones pueden usarlo ya que es muy sencillo su manejo”, agregó Estrada Novelo.

Estas actividades forman parte del programa “Yucatán por más Deporte” que promueve el Instituto del Deporte (IDEY) en parques y gimnasios y que busca fomentar hábitos sanos y de prevención entre la población civil, como la explicación de la activación de la emergencia, que es el primer paso vital para auxiliar a alguien.

A la actividad, que se realizó en el Parque de los Cantaritos de Francisco de Montejo y que duró una hora, también acudió la Coordinadora estatal de Delegaciones, Dianela Alcocer Méndez quien agradeció la participación y el interés de los asistentes por aprender y así ayudar al prójimo.

Para la señora María Eugenia Pereira Palomo fue una grata experiencia, quien acompañada de Graciela Rejón Rosales y Karla Duarte Peraza afirmó que nunca había realizado esta maniobra por temor a hacerla mal, pero “la explicación de los instructores fue clara y ahora ya podemos ayudar a un familiar, a los niños o cualquier persona que lo necesite y así prevenir algún problema mayor mientras llega la ayuda profesional”.