MÉRIDA, Yucatán, jueves 28/11/19- La vergonzosa huida que protagonizó el delegado federal Joaquín Díaz Mena, perseguido por los habitantes del puerto de San Felipe enardecidos y cansados de los engaños y abusos del que fuera su alcalde, es la cereza que corona el pastel de corrupción, malos manejos y negocios especulativos que ha realizado desde hace años y ahora se le vuelven en contra.

Las reclamaciones que se dieron ayer en las que acusaron a “Huacho” Díaz de no cumplir nunca sus promesas de apoyos y de pretender apropiarse de terrenos y propiedades se suman a todas las quejas en su contra en el manejo de la delegación de Bienestar y en su afán de tomar el control político de Morena para ejercer un poder casi total del que pueda sacar ganancias para él y sus amigos.

Acerca de lo sucedido en San Felipe, el síndico del ayuntamiento de ese puerto, Felipe Marrufo López, manifestó que el Ayuntamiento nada tiene que ver: “la gente está enojada con Huacho, pues en lugar de apoyarlos para que adquieran un espacio digno donde vivir los perjudica”.

Por su parte, el delegado federal, al ser abordado por reporteros que le cuestionaron por qué salió huyendo y qué tenía qué decir de las acusaciones en su contra, de manera cínica negó que saliera huyendo pues su salida por mar “ya estaba planeada” y acusó a los pobladores de San Felipe de mentir y de que son ellos los que están invadiendo la zona de mangles y que él sólo busca proteger esas tierras.

Sin embargo, los habitantes al enterarse reiteraron que se trata de otra mentira más de “Huacho”, que nunca los ha ayudado ni lo hará y sólo busca su provecho personal y especular con esas tierras y con otras de las que piensa apropiarse ayudado por sus amigos especuladores.

Como se sabe, la tarde del miércoles, “Huacho” Díaz llegó a San Felipe y vecinos enardecidos de este puerto lo persiguieron para reclamarle sus engaños, por lo que tuvo que salir huyendo por mar, luego que con camiones y piedras le cerraron las salidas. No le quedó otra opción que tomar una embarcación para escapar.

Los vecinos le gritaban que desde hace años les ha prometido apoyos para una colonia que llaman “San Huacho”, a las afueras del puerto, pero nunca les ha cumplido, con lo que se sienten engañados. Pero, además, ahora apoyado en su cargo pretende apropiarse de una franja de manglares para revenderlas a precios elevados, con lo que hará un jugoso negocio. Se trata de una zona federal, de la que asegura ya tiene la autorización del gobierno federal para legalizarlos y venderlos.

El silencio y el cinismo del delegado alebrestó más a la gente, que empezó a reclamarle con más furia amenazaba con hacer justicia por su propia mano. Ante esta situación, “Huacho” intentó salir pero los vecinos colocaron con camiones y piedras por lo que tuvo que dirigirse a la playa para abordar una embarcación y salir por mar rumbo a Río Lagartos, huyendo de la turba.