CIUDAD DE MÉXICO.- Un niño de ocho años se suicidó colgándose del cuello con una corbata, ya que sus papás no lo dejaron salir a jugar. Sufría de bullying en la escuela.

Según lo revelado por la familia, Dereck cursaba tercer año de primaria y tenía una cita el 20 de noviembre con un psicólogo, pues había comentado que quería quitarse la vida, porque sus compañeros le hacían “bullying”.

De acuerdo con lo declarado por los tíos maternos del menor, el sábado tuvieron una discusión con el pequeño, quien les pidió permiso para salir a jugar. Como no lo dejaron ir a la calle, el niño se subió a la recámara donde dormía. Después de varios minutos sin que hiciera ruido, los familiares subieron a ver qué hacía Dereck; cuando ingresaron al cuarto, lo encontraron colgado. Sin dudarlo, lo bajaron y trasladaron a una clínica particular, donde al ser valorado, les informaron que ya había muerto.

Por los hechos se inició la carpeta de Investigación CI-FIZC/IZC-2/UI-1 S/D/04599/11-2019 por homicidio culposo por otras causas.

La tarde del domingo, la madre del pequeño se presentó en el MP para denunciar a sus familiares. Y es que, según dijo, el menor estaba bajo custodia de sus tíos y abuelos porque el padre del menor purga una condena en el Reclusorio Norte por el delito de robo. Ella por “motivos personales”, no vivía con el pequeño.

El 10 de septiembre, Kevin “N”, de ocho años, se suicidó porque su abuelo le quitó el celular. Un día después, a Esteban “N”, de 15 años, se le negó un permiso para ir a un concierto. Cuatro horas después, su madre lo encontró en su cuarto.

Estos casos forman parte de las estadísticas que señalan que el suicido entre menores de edad es un problema que va en aumento, en nuestro país.

Para el doctor Raymundo Calderón, director Nacional de Psicología de la Universidad del Valle de México, la tendencia en el incremento del fenómeno del suicido, en los últimos 25 años, coincide con la disminución de la calidad de las relaciones humanas, con el uso de redes sociales virtuales y la despersonalización que hay en la interacción con los jóvenes, principalmente por parte de la familia.

“La razón más importante por la cual las personas tienen ideación suicida es porque sienten que han perdido el control de su vida”, comenta el especialista, quien explica que el suicidio implica siempre un rompimiento con la realidad: “las personas asumen que la muerte resuelve los problemas que sobredimensionan y piensan que no tienen forma de resolverlos”.

De manera general, el psicólogo explica que hay dos grandes razones por las cuales los jóvenes deciden suicidarse: la primera, es la ruptura del carácter afectivo relacionada con la falta de fortaleza emocional, que aún no han desarrollado. La segunda, tiene que ver con el sentimiento de coerción de su libertad. Además, de temas como “la constante irritabilidad a la que en ocasiones está sujeto el adolescente, debido a los cambios que vive, inherentes a su edad, lo que lo convierten en alguien muy susceptible a la frustración”, describió.

EL UNIVERSAL