MÉRIDA, Yucatán, martes 15/10/19.- Luego de un año, en el DIF Yucatán los trabajadores que siguen ahí extrañan la gestión de Silvia Cicero Cáceres, a la que consideran que realizó un magnífico trabajo y que dejó una gran huella.

Los empleados dicen que no hay punto de comparación entre Silvia y la actual director María Cristina Castillo Espinosa, porque la esposa de Patricio Patrón Laviada es inteligente, activa, centrada y tení un gran asesor de cabecera: su padre don Roger Cicero, que en paz descanse.

“El trabajo de Silvia a lo largo de seis años quedó plasmado a lo largo y ancho de Yucatán y para lograrlo tuvo con el apoyo de un gran equipo, en el cual estaba como director el doctor Manuel Ibarra Camino”, indicó uno de los entrevistados.

Hay que precisar que el gobernador Mauricio Vila Dosal quitó la figura de presidenta honoraria del DIF Yucatán y sólo dejó el cargo de director, que es el que ahora ocupa María Cristina, el cual, según los trabajadores, le quedó muy grande porque le falta capacidad y su equipo es de sus amigos fresas.

“Los CENDIS, el CAIMEDE y los programas estaban al día, bien atendidos y el trabajo marchaba como un reloj suizo, porque doña Silvia era exigente”, indicó otro de los entrevistados, quien agregó que Silvia Cicero terminó la administración tan bien posicionada y ampliamente conocida que si hubiera querido pudo haber hecho carrera en la política.