MÉRIDA, Yucatán, jueves 03/10/19 .- Como buen cobarde, Margarito Hau Pérez negoció con las autoridades una pena ridícula y confesó que obligó a una niña de 9 años de edad a que se despojara de su ropa para que se tocara la vagina mientras la observaba.

Con el hecho de confesar le dieron, por el delito de corrupción de menores, sólo 3 años y 9 meses de prisión, por un delito cuya pena máxima es de 10 años de cárcel. Además, obtuvo el derecho de que, con sólo pagar la cantidad que fije el juez, quedará libre.

El autor de esta vergonzosa sanción fue el juez de control de Valladolid, José Enrique Sáenz Dzul, quien además le impuso que pague una multa por 75 unidades de medida y actualización; sea amonestado públicamente, y se le suspenda sus derechos políticos.

Antes se le había imputado por el delito de abuso sexual, que luego se reclasificó a corrupción de menores.

Los hechos se dieron el martes 24 de febrero de este año, a las cinco y media de la tarde, en una casa de la calle 19, del fraccionamiento Orquídeas, de Valladolid.

En este lugar, Margarito obligó a la menor de 9 años, de edad e identidad reservada y quien es su familiar, a bajarse el pantalón y la ropa interior, para tocarse la vagina, a fin de observarla.

Fue descubierto y detenido, para ser puesto a disposición de las autoridades para que sea juzgado.