MÉRIDA, Yucatán, jueves 12/09/19.- A fin de tratar de reforzar una denuncia, policías de la SSP y de la Fiscalía forzaron unos hechos, para acusar de los delitos de abuso sexual y violación en grado de tentativa al cocinero chino Bingda Chen, pero ante las violaciones al proceso el oriental recuperó su libertad.

Este oriental, supuestamente, trató de violar y abusar sexualmente, en el interior de un vehículo UBER, en movimiento, a un par de hermanas que salieron bastante alegres de la  discoteca y night club “Capital”, ubicada en el Paseo de Montejo.

Quedó libre, porque el juez lo liberó, debido a que fue ilegal su detención y programó la audiencia de imputación para el próximo lunes 23 de septiembre.

El juez de control Rómulo Antonio Bonilla Castañeda no se tragó el cuento y no imputó al inculpado, que fue denunciado por las hermanas L.I.R.A. y D.R.A.

El juez lo liberó porque las autoridades tardaron más de 35 horas para ponerlo a su disposición; tardó más de ocho horas en la cárcel pública incomunicado y más porque no habla español.

También porque se tuvo que tramitar un amparo por incomunicación y dilación de la justicia; porque al saberse que es un extranjero, no se informó a la embajada china; hasta en el informe policial homologado del oficial de la Policía Estatal que lo detuvo, se expuso que se le leyeron sus derechos antes del arresto y que el oriental hasta firmó de enterado el documento, cuando no habla español, pues nada más se comunica en chino mandarín.

Estas graves anomalías fueron avaladas por personal de la Fiscalía.

De acuerdo con los hechos que se le imputan, poco antes de las 3 de la madrugada del domingo 8 de septiembre, las mujeres salieron de la disco y antro “Capital” e iban bastante alcoholizadas y estuvieron pidiendo a gritos “after party”.

Del lugar también salió el oriental, que igual estaba tomado y les tomó la palabra, de modo que los tres abordaron un vehículo Ford Focus rojo, habilitado como UBER, para dirigirse a la colonia San Pedro Uxmal.

Durante el trayecto, presuntamente, el chinito, aprovechando que junto con él viajaba la mujer más tomada empezó a despojarla de sus ropas, al tiempo que la otra cantaba junto con el chofer y no se dio cuenta lo que pasaba.

Cuando reaccionó, la acompañante del oriental gritó: ¡Qué asco, guey, es un tipo raro!, para supuestamente agarrar de la mano a la que iba de copiloto del chofer y hacer que le acaricie el pene.

Ante esto, el chofer se detuvo en un Oxxo y se dio parte a las autoridades, que llegaron y arrestaron al oriental.

El chinito ya no puede ser detenido, pero seguirá su proceso penal en libertad.