SEYÈ, Yucatán, jueves 15/08/19.- En otra actuación mala de policías municipales, agentes golpearon a placer a F.J., de 15 años de edad, lo  encarcelaron y le dieron una soberana paliza, en venganza por viejas rencillas.

El domingo 11 de agosto Ferdy Miam iba a su trabajo cuando vio en la puerta de una cantina ubicada en la calle 28 entre 33 y 35 a unos jóvenes liándose a golpes y entre ellos estaba su hijo F.J., quien tiene problemas de drogadicción, de modo que se detuvo para regañarlo, pero éste estaba muy alterado y no le hizo caso, por lo que pidió apoyo de los uniformados.

Llamó a la policía municipal y autorizó a los oficiales para que lo ayudarán a calmar a su hijo, pero para sorpresa del padre de familia después de haber detenido a su retoño lo tiraron sobre el piso de la ambulancia de la comuna, donde fue brutalmente golpeado y pisoteado.

Ferdy les pidió a los policías que no maltrataran a su joven hijo, debido a que ya estaba sometido y no era necesario que lo trataran violentamente, petición que los policías se pasaron por el arco de triunfo.

Cuando la madre del menor fue a la comandancia municipal para ver a su hijo no la dejaron pasar “porque no era hora de visita”; horas más tarde le llevó unos perros calientes para que cenara, pero de nuevo le negaron el acceso y le dijeron que ellos le darían la cena al muchacho.

Al día siguiente, el joven fue liberado y les narró a sus padres que durante su traslado fue golpeado por los oficiales,  pero que la golpiza continuó dentro de la celda; señaló que cuando le llevaron los perros calientes, el comandante Alfredo Romero le tiró  su cena para que la comiera del piso.

El joven dijo que un policía lo sujetó del cuello, mientras que otro oficial  comenzó a golpearlo en varias ocasiones: “Me aporrearon contra la pared, me patearon y brincaban sobre mi, mientras gritaban que tarde o temprano se las iba a pagar”, afirmó el afectado.

El padre del menor dijo que tiene fotos de su hijo, una antes que sea detenido en la que se aprecia que no tenía ningún moretón en su pecho, a la altura del hombro derecho, y otra cuando salió de la cárcel en la que se le ve un moretón muy grande, lo que prueba de que si fue golpeado mientras estuvo detenido.

Al hablar con el director de la policía y con el comandante “Moustro”, ambos se burlaron de nosotros, y nos dijeron: “Usted sabe que su hijo anda mal así que aguántense”, de modo que acudió ante la Fiscalía para denunciar hechos posiblemente delictivos, en donde se abrió la carpeta de investigación con número GN/2229/2019, en la agencia del ministerio público de Kanasín.

También interpusieron una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán.