MÉRIDA, Yucatán, miércoles 10/0719.- Sin piedad y contra lo que marca la ley, el juez Kenny Martins Burgos Salazar decretó como legal la detención de Manuel Salvador Montes Monroy, Santiago de Jesús Tuyub Ac y Jhonny Javier Pool Acevedo, los imputó por el delito de robo calificado cometido en pandilla y los dejó preso, por haber robado en la casa de la hermana de la juez Suemy Lizama Sánchez.

Mientras los jueces favorecen a los delincuentes que atacan a un ciudadano común, se ensañan con vándalos si el delito es contra algún juzgador o sus familiares, como en este caso, en el que

este “juzgador” no tomó en cuenta que no hubo flagrancia para el arresto, porque el robo se dio entre las 8 de la mañana y las 5 de la tarde, y la agraviada se dio cuenta del mismo cuando volvió a su casa después de trabajar es decir no hay inmediatez.

El miércoles 3 de julio los tres sujetos robaron en la casa de Heydi Guadalupe, hermana de la juez Suemy, de donde se llevaron una camioneta con el botín e irse a pasear a Progreso. Entraron a la casa ubicada en la calle 91 entre 66 y 68 del fraccionamiento Ciudad Caucel, Sección Herradura IV.

Se llevaron unas llaves, 20 mil pesos, cinco pulsos de oro, ocho anillos, varios pares de aretes del mismo metal, cadenas, un reloj y una camioneta Trax de color Negro, que en su interior tenía una mochila con una pila portátil, dos iphones, un celular, un Black Berry, una credencial de elector y una cédula profesional a nombre de la afectada.

Dos horas después de descubrirse el hurto, la camioneta y los objetos fueron ubicados en Progreso; detuvieron a los cacos y recuperaron la mayoría de los bienes.

La misma juez Suemy ha sido beneficiada por sus colegas, ya que en 2017 le pagaron 55 mil pesos, para que se olvide el robo que sufrió en su casa, en julio de ese año aunque los objetos que le robaron fueron recuperados.

Esa vez, como ahora en el caso de su hermana Heydi, la justicia se movió con bastante celeridad y hasta al fiscal que llevaba el asunto fue multado con 20 días de su salario, porque no estuvo en la audiencia de vinculación, pero justificó su inasistencia –estuvo presente otro fiscal- porque estaba en un juicio oral en el que previamente había sido nombrado.

En esa ocasión, con una celeridad tremenda, nada usual en los procesos  a favor de algún ciudadano, en una audiencia se llegó a un acuerdo reparatario, atestiguado y aprobado por la también juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura, quien por todos los medios habidos y por haber buscaba que se aprobara un convenio para que le fuera reparado el daño –o susto- a la “Suavecita”, como se le conoce a Suemy, por lo desatinado de sus sentencias.