CIUDAD DE MÉXICO, lunes 07/05/19.- Los ánimos se elevaron en la sede nacional del PRI ayer lunes al grado de empujones, forcejeos, gritos y reclamos por parte de un grupo de militantes que llegaron acompañando a Ivonne Ortega, aspirante a dirigir el partido.

La ex gobernadora entró a la sede en Insurgentes a las 17:40 horas acompañada de alrededor de 50 personas, para participar como consejera política en la XLV sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional (CEN), programada para las 18:00 horas de este lunes.

Sin militancia no hay partido, el PRI no es el edificio, el PRI somos nosotros. Tenemos que luchar para que se nos reconozca”, les dijo a los militantes afuera de la sede.

Sin embargo, Ivonne Ortega fue la única a la que, dentro de las instalaciones, se le permitió pasar el filtro de vallas metálicas y de seguridad, lo que provocó la ira de sus simpatizantes quienes, después de corear “Queremos pasar, queremos pasar”, “somos militancia, somos militancia” y “fuera la cúpula”, forcejearon con el personal de resguardo.

El consejero político por la alcaldía Cuauhtémoc y aspirante a dirigir el PRI en la Ciudad de México, Jesús Francisco Flores Medina, fue uno de los que acompañaron a Ortega, y también quien encabezó los forcejeos con reproches altisonantes contra el personal de resguardo y aventando las vallas.

-¿Por qué no lo dejaron pasar?- preguntó Imagen a Flores Medina.

No quiebren que el partido cambie, el partido debe de ser de puertas abiertas. Somos militantes del partido que venimos a apoyar a Ivonne Ortega. Es necesario que cambie el partido. ¡El partido debe de ser de puertas abiertas, porque la militancia es primero!”, contestó con un grito final y levantando la mano.

A fin de cuentas, para no sacrificar la tercera parte de su presupuesto anual y evitar multas por parte de las autoridades electorales, el Consejo Político Nacional del PRI decidió este lunes organizar y celebrar sus elecciones internas para renovar la dirigencia nacional sin la ayuda del Instituto Nacional Electoral (INE), como inicialmente lo solicitaron.

Los priistas como Carolina Viggiano reprocharon al INE que “haya cambiado repentinamente” su decisión de ayudar al PRI en organizar las elecciones, instancia que condicionó al partido de depurar su padrón electoral porque al registrar casos de afiliaciones apócrifas podría ser multado; también le cuestionaron que fijara un costo de 230 millones de pesos para los comicios, lo que significaría el 27% de sus prerrogativas de este año.