IZAMAL Yucatán, miércoles 24/04/19.- Ayer en la mañana abrió sus puertas las zona arqueológica de Chaltún Há (Piedra plana por donde se recoge agua), vestigio maya ubicado dentro de este Pueblo Mágico, que estará abierto de lunes a domingo, de 8:00 a 17:00 horas.

Se ubica a un kilómetro al sur de Izamal y es una gran plataforma de tres metros de alto, sobre la que existen tres construcciones, mientras que otras dos de menores dimensiones se ubican en los lados este y oeste. La principal tiene seis metros de alto y se ubica en el lado sur.

Este sitio fue inaugurado formalmente por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en conjunto con el Ayuntamiento de Izamal y la SEFOTUR con la apertura del camino blanco o Sac Bé, que permitirá al público adentrarse a tan importante recinto, que marcará un precedente en la historia de este municipio.

Con esto se cumple una de las encomiendas del gobernador Mauricio Vila Dosal que es la descentralización del turismo para que sea un motor de desarrollo social y económico para Yucatán y los yucatecos.

Para rescatar esta zona arqueológica se realizaron diversas acciones, entre las que sobresale un nuevo acceso al lugar, limpieza general de la pirámide y colocar señalamientos. Los trabajos fueron realizados por personal del INAH y del Ayuntamiento de Izamal, como parte del proyecto arqueológico e histórico de Izamal.

Durante el evento, se anunció que los terrenos en los cuales se encuentra el recinto serán donados a la federación por el izamaleño Carlos Molina Medina, con el objeto de que se integre al plan de salvamento.

Chaltún Há es la cuarta estructura monolítica de 12 que existen en el municipio, donde además se encuentra un total de 168 vestigios prehispánicos.

Cerca de Chaltún Há, en el costado sur, se halla otro basamento de un metro de altura, sobre el cual se ubican tres asentamientos, posiblemente habitacionales, construidos con materiales perecederos.

La estructura 23 o Chaltún Há tuvo posibles funciones administrativas al fungir como punto intermedio entre la periferia y el núcleo de la urbe prehispánica, al cual se conectaba a través de un Sac Bé.

Los materiales cerámicos recuperados indican una cronología para el clásico terminal (900-1200 d.C.) aunque no se descarta que se desarrollaran actividades en épocas anteriores en partes más tempranas de este espacio.