MÉRIDA, Yucatán, miércoles 27/02/19.- ¿Sabías que hay abejas que no tienen aguijón y cómo producen miel, o quizá que se pueden elaborar tantas cosas con la apicultura? Todas las dudas sobre el cuidado, producción y preservación de las abejas las puedes conocer en Apiturismo, un sitio ubicado en los montes de Sinanché, donde cada día acuden visitantes locales, nacionales e internacionales.

–Queremos que los turistas interactúen con las abejas Apis Mellíferas o las meliponas de la especie Xunan Cab para que vivan una experiencia única -dice doña Míriam Espinosa Pinzón, quien junto con su esposo Benigno Ramírez Palma (+) creó Apiturismo Sinanché.

En entrevista exclusiva, explica que los turistas no sólo conocerán los secretos de las abejas, ya que reciben un breve repaso de la historia de Sinanché, las bondades de la comisaría del puerto de San Crisanto y el árbol que da nombre al poblado.

En cabañas se muestran las herramientas y la forma en que se recolecta la miel, el veneno de abeja, polen y propóleo, así como las propiedades curativas.

–Los niños quedan fascinados cuando les hablamos de las especies Apis Miellífera y la melipona Xunan Cap, porque no imaginan a las abejas sin aguijones –asegura.

Las personas que visitan Apiturismo Sinanché tienen derecho a una cata de miel, convivir con las abejas o crear velas con las ceras “para que se lleven un bonito recuerdo, creado por las manos de los mismos visitantes”.

La interacción con las abejas ha tenido tanto éxito, que periódicamente llegan turistas de Irlanda, España, Estados Unidos y otras partes de México, “muchos han tenido la suerte de ver volar junto a ellos a la abeja reina”.

La viuda de don Benigno Ramírez Palma no oculta la devoción que siente por la melipona y la abeja europea o abeja melífera, una especie de himenóptero apócrito de la familia Apidae, “porque gracias a la apicultura sacamos adelante a mis hijos”.

Descubrir cómo cuidar las colmenas y que la mejor producción proviene de las flores de los árboles de Dzidzilché, Jabín, Catzín, Chuukpú, Bohón y Tahonal “no fue fácil”.

“Ahora sabemos que las abejas también se alimentan de las flores de plantas medicinales y árboles gigantes que hacen única la miel de la región, muy apreciada en Alemania”, precisa la propietaria de cuatro apiarios con 50, 40 y 30 colmenas de doble caja.

De la especie melipona, su apiario sólo tiene ocho cajas.

Doña Miriam explicó que el proyecto denominado Apiturismo Sinanché surgió como una forma de revalorar la labor y promover el cuidado del himenóptero, “somos apicultores por descendencia y sólo sacábamos miel y lo vendíamos a los acopiadores”.

“Un día decidimos hacer algo diferente y embasar nosotros mismos la miel, por eso aprendimos a realizar jarabes, multivitaminas, jabones y velas”, dijo y evoca los viajes a Mérida y a otros sitios del país la promover la producción.

Recuerda que en 2011 se dieron a conocer como una cooperativa familiar, “nos íbamos a la Ciudad de México, Quintana Roo, Campeche y otras ciudades del país con cuadros llenos de abejas, miel y polen”.

En 2013 aterrizó el proyecto Apicultura Sinanché gracias al interés de varias personas que nos compraban miel, “querían venir a nuestra comunidad para ver la forma en que practicamos la apicultura”.

En la empresa familiar, su hijo Benigno Ramírez Espinosa da las ideas, sus tíos, hijos, sobrinos e hijos políticos participan en los paseos familiares, como guías en las cuatro cabañas.

Las visitas son de lunes a domingo de 10 a 17 horas, “pero a veces recibimos a grupos de turistas extranjeros atraídos por la novedad de convivir e interactuar con la naturaleza y las abejas”.

En sitio, los visitantes pueden adquirir tres paquetes:

El paquete Zángano cuesta 60 pesos y el visitante recorre las cuatro cabañas temáticas acompañado de un guía, con derecho a cata de miel y elaboración de velas.

El paquete Obrera asciende a 80 pesos y recorren con guía las cuatro cabañas temáticas, elaboran velas e interactúan con las abejas, “si tienen suerte ven a la abeja reina”.

El paquete Reina es de 200 pesos, tiene derecho a todo lo anterior e incluye la comida del día que puede ser relleno negro, relleno blanco, cochinita, sopa de lima “o lo que deseen”, postre y agua natural.

Al lugar acuden estudiantes de colegios particulares, la Universidad Autónoma de Yucatán, el Tecnológico de Mérida y Conkal, “aprenden que la humanidad no podría sobrevivir sin abejas, porque son las encargadas de polinizar los árboles y sin su labor no habría frutas, flores ni verduras”.