PROGRESO, Yucatán, domingo 17/02/19.- Pescadores y ciudadanos de Chelem advirtieron sobre el aumento alarmante de medusas en la ría de la localidad, cuya presencia ya se extendió a Chuburná Puerto y Chicxulub.

La invasión de medusas en la ría ha aniquilado a la población de peces, jaibas y pequeños crustáceos, así como la población del caracol tomburro y ahora ya puso en riesgo la pesquería de la chivita.

María Pech Chacón, quien por décadas ella y su familia han vivido de la captura de caracol chivita, habló sobre su preocupación ante el incremento de la presencia de las medusas en la ría, las cuales ya acabaron con todo.

Antes abundaban en la ría los peces bolines, los cuales ya no hay, ya que las medusas se devoraron sus huevecillos y extinguieron a la población, ya no hay jaiba, ni especies de escama que antes se podían capturar ahí.

También ya desapareció la población de caracol tomburro y ahora está en riesgo la chivita, tanto en Chelem como en Chuburná.

Las chivitas desovan vía aérea, es decir, en los tallos del manglar y en sus caparazones, pero las medusas se alimentan de esos huevecillos y la población de caracol chivita está en grave riesgo.

Ya se advirtió a las autoridades estatales desde la anterior administración y nadie ha hecho nada, resaltó la entrevistada.

La medusa en la ría impide que los vecinos puedan ingresar al agua, ya que la especie presente en el lugar se considera de baja toxicidad, pero su puede llegar a irritar la piel de aquellos con quien entra en contacto.

En fechas recientes, Juan Antonio Lara Rodríguez, coordinador del campamento tortuguero del CETMAR estudioso de ese fenómeno ha dicho que la presencia de estos ejemplares ya se encuentra alrededor de toda la Península de Yucatán, siendo que en Progreso su mayor concentración.

Se puede observar al sur de Chelem, en donde debido a las condiciones de contaminación del sitio, le ha permitido a la medusa presente, conocida como medusa invertida (Cassiopeia xamachana), adecuarse y subsistir sin mayores preocupaciones.

María Pech Chacón detalló que la contaminación orgánica generada en la zona industrial de Yucalpetén ha agravado este fenómeno, ya que las medusas se alimentan incluso de todos los restos de pescado muerto, carnada putrefacta que es arrojada al mar.

Las corrientes de entrada traen esos desechos orgánicos y detonan la explosión de la población de las medusas.

Estos ejemplares se reproducen muy rápido, casi por la vía de la mitosis.

Los mismos pescadores han propiciado la infestación debido a los niveles de basura arrojados al sitio, a la actividad pesquera por el cambio de aceites dentro del manto acuífero del lugar y la limpieza de sus embarcaciones al interior del agua, ya que la presencia de todos estos hidrocarburos permiten un ambiente idóneo para el desarrollo de las comunidades de medusas.