MÉRIDA, Yucatán, viernes 16/11/18.- Los habitantes de Dzoncauich confirman que son fieles a las tradiciones de Yucatán: este viernes 16 de noviembre realizaron el Hetzmek o bautizo maya del niño Danilo Jesús Pech Euán.

Este rito maya se realizó en las instalaciones de la primaria “Estado de Veracruz”, bajo la coordinación del maestro Jorge Enrique Várguez Eb.

Asunción Rosario Euán Pat y Carlos Jesús Pech Huchim encabezaron la tradicional ceremonia maya al entregar a su hijo a los padrinos Edmundo Rafael Argáez y Guadalupe Euán Pat, para que lo recarguen sobre sus caderas (Hetzmek) y le brinden herramientas necesarias para que el pequeño sobresalga en la vida.

De acuerdo con el ritual ancestral de los abuelos, hacerle Hetzmek es necesario para que el padrino “abra” los pies del niño y pueda caminar correctamente, pero antes se enciende una vela sobre una mesa especial en el que se ponen diversos artículos y herramientas para el futuro promisorio del festejado.

Ante decenas de invitados, como el investigador y arqueólogo Sergio Grossjean y la alcaldesa Gloria Raz Couoh,  los padrinos pusieron en manos del niño una Biblia, un cuaderno, un lápiz, atole, chaya, dinero y semillas para que siempre coseche parabienes y la siembra de maíz sea fructífera.

Tampoco pueden faltar el calabazo, sabucán, coa y ta´ab (sogas especiales para sostener la leña) para que Danilo Jesús Pech Euán siga la herencia maya de sobrevivencia: caza y siembra.

De hecho, decenas de habitantes de Dzoncauich viven de la caza y la agricultura, al conservar sus milpas en selvas bajas del Oriente de Yucatán.

En la ceremonia maya, padrinos y ahijado dan nueve vueltas alrededor de una mesa instalada ex profeso con algunas de las herramientas y juguetes para que el bautizado adquiera las habilidades y destrezas que se requieren para el uso correcto de los artículos.

El sacerdote maya que realiza el ritual del Hetzmek da un poco de atole de pinole al niño, huevo, pepita de calabaza, hojas de chaya hervidas, miel y maíz, que simbolizan la memoria, inteligencia, creatividad, sensibilidad y dulzura.

La ceremonia maya  termina cuando los padrinos entregan de nuevo al niño a sus padres y se apaga la vela que significa el comienzo de una nueva era para el niño.

Lo moderno de la tradición es que al término del Hetzmek o bautizo maya se organiza un convivio con invitados y familiares.

–Esta tradición es tan bonita, lástima que no en todos los pueblos de Yucatán se conserva –indicó un grupo de invitados.- (Martha López Huan)