MÉRIDA, Yucatán, viernes 14/09/18.- Los vecinos de los empresario Ermilo Castilla Roche y del heredero de la Coca Cola Ermilo Roger Castilla Ponce, se alzaron en queja ante la extrema vigilancia y cateos por parte de la SSP, por lo que ahora los acusados del millonario fraude llevarán puesto un brazalete electrónico, todo esto ante el arresto domiciliario con vigilancia oficial que les fue aplicado.

Los vecinos de la exclusiva privada al Norte de la ciudad, afirmaron que se violó sus derechos a la intimidad ya que los agentes de vigilancia revisaban a cada momento sus vehículos y hasta sus cajuelas.

Como secuela del proceso penal que se le instruye al empresario y su hijo, acusados de un fraude específico por la cantidad de mil 591 millones de pesos, denunciados por su ex suegro Fernando Francisco Ponce García, el Juez al no acceder a imponerles por el momento como medida cautelar la prisión preventiva solicitada por la fiscal adscrita al Juzgado, Licenciada Julia Cristina Marrufo Palomo, ordenó un arresto domiciliario con vigilancia oficial.

El asesor jurídico de la víctima, Licenciado Pablo Enrique Hernández Herrera, se adhirió al pronunciamiento de la fiscal.

Para ello giró oficios a la Secretaría de Seguridad Pública, Policía Estatal de Investigación y Fiscalía General del Estado, para que se tomen las medidas pertinentes y se dé cumplimiento a ese ordenamiento.

Pero no habían pasado ni 24 horas de haberse impuesto esas medidas cuando las personas que viven en torno a las viviendas donde estarían arrestados los Castilla comenzaron a quejarse, ya que se les estaba violando sus derechos a la intimidad, puesto que los agentes asignados en cumplimiento de su deber, para evitar que los ahora vinculados a proceso se evadieran de la acción de la justicia, revisaban sus vehículos y hasta las cajuelas.

Tanto de los vehículos que entraban como los que salían, los vecinos amenazaron con demandar a la Secretaría de Seguridad Pública por las molestias y la vigilancia en la privada Casco Dzodzil.

Ante tal situación se convocó a una audiencia con carácter de urgente, que se llevó al cabo el miércoles 12 de septiembre por la noche, en la cual se insistió en la prisión preventiva, pero no se accedió y el Juez Mugarte Guerrero expuso que para no perjudicar o seguir perjudicando derechos de terceros, mejor se sustituye la manera de vigilar, en vez de agentes, el brazalete electrónico.

A pesar de que ambos imputados y sus defensas se opusieron a esa medida, el Juez se mantuvo firme en su decisión, por lo que tanto el papá Castilla Roche como su hijo portarán el dispositivo electrónico dentro de su sus respectivas viviendas, ya que el arresto domiciliario quedó firme por el momento.

Sólo podrán salir de sus casas para diligencias judiciales justificadas y por cuestiones de salud.

Mientras tanto, se continuará con las investigaciones correspondientes en el proceso penal que se les instruye por un fraude específico, para determinar si se trata de cosa juzgada o asunto prescrito.