CIUDAD DE MÉXICO, 29/08/18.- Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) han alcanzado este año una nueva marca histórica: cerca de 2,3 millones de casos de clamidia, gonorrea y sífilis fueron diagnosticados en Estados Unidos en 2017, según datos preliminares publicados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en la Conferencia Nacional de Prevención de ETS en Washington, DC, el 28 de agosto de 2018.

Esto superó el récord anterior de 2016 en más de 200,000 casos y marcó el cuarto año consecutivo de fuertes aumentos en las ETS.

El análisis de los CDC, si se compara con el año 2013, muestra aumentos pronunciados y sostenidos en tres ETS:

Gonorrea: los casos aumentaron un 67% en general (de 333,004 a 555,608) y casi se duplicaron en los hombres (de 169,130 a 322,169). Los aumentos en los diagnósticos entre las mujeres y la velocidad con la que aumentan también son preocupantes, y los casos suben por tercer año consecutivo (de 197,499 a 232,587).

La gonorrea puede causar infecciones en los genitales, el recto y la garganta. Es una infección muy común, especialmente en las personas jóvenes de 15 a 24 años. Cuando no se trata, puede causar problemas de salud graves tanto en las mujeres como en los hombres. Sin embargo, se puede curar con un medicamento específico.

Sífilis primaria y secundaria: aumentó en un 76% (de 17,375 a 30,644 casos). Los homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) constituyeron casi el 70% de los casos de sífilis primaria y secundaria en 2017.

La sífilis puede causar problemas graves en la salud si no se trata. Está dividida en fases (primaria, secundaria, latente y terciaria). Cada una de ellas tiene diferentes signos y síntomas asociados, pero las dos primeras son las etapas más infecciosas.

Clamidia: es la ETS más común. Más de 1.7 millones de casos fueron diagnosticados en 2017, con un 45% reportado entre mujeres de 15 a 24 años de edad.

La clamidia, la gonorrea y la sífilis son curables con antibióticos, aunque la mayoría de los casos no se diagnostican y no se tratan, lo que puede provocar efectos adversos graves que incluyen infertilidad, embarazo ectópico, muerte fetal en bebés y aumento del riesgo de VIH.

Según expertos de los CDC, una variedad de factores pueden contribuir al aumento de las ETS, incluidas condiciones socioeconómicas como la pobreza, el estigma y la discriminación; y el uso de drogas.

“Estamos retrocediendo”, dijo el Dr. Jonathan Mermin, director del Centro Nacional de VIH/SIDA, Hepatitis Viral, ETS y Prevención de la tuberculosis de los CDC. “Es evidente que los sistemas que identifican, tratan y, en última instancia, previenen las ETS, están a punto de agotarse” agregó en un comunicado.