MÉRIDA, Yucatán, sábado 18/08/18.-  Ayer viernes en la noche, vecinos del oriente de Mérida cerraron de nuevo la avenida Quetzalcóatl, a la altura de la calle 14 de la colonia San Pablo Oriente, para protestar en contra de la construcción de una gasolinera.

Tal y como ocurrió el sábado pasado, unos 30 habitantes de los fraccionamientos Misné I y II, Vergel IV, así como de las colonias Nueva Chichén Itzá, Benito Juárez Oriente y San Pablo Oriente, mostraron su descontento con la puesta en marcha de una nueva estación de servicio de la compañía Petromayab, que se convertiría en la cuarta de la zona en un radio de aproximadamente 500 metros, además de las gaseras Imperial y Gas Auto.

Entre claxonazos y mentadas de madre de parte de conductores enojados por el bloqueo de la vialidad, justo antes de la salida y entrada de Cancún, los colonos reiteraron que están hartos de que ser ignorados por las autoridades y afirmaron que la construcción de la gasolinera representa un riesgo para ellos y sus familias.

En punto de las siete de la noche colocaron mantas en las cuales se leían consignas como “No más gasolineras”, “Riesgo mortal”, “No + gas” y “¡Autoridades atiendan al pueblo que los eligió!”, generando un caos vehicular, lo que hizo llegar a agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

No obstante, 50 minutos después, uno de los policías estatales se hartó de la situación y, visiblemente enojado, mandó a todos “a la verga” antes de retirarse a bordo de la patrulla 5890.

“¡Me pasé de buena gente, que choquen ustedes, a mí me vale verga”, exclamó mientras caminaba hacia su vehículo.

Y es que el problema no acaba en la mera edificación de la gasolinera, sino que las obras, que iniciaron hace aproximadamente un mes, ya han pandeado el muro de bloques del lado poniente del terreno debido a las perforaciones y adecuaciones del terreno.

Por tal motivo, los vecinos explicaron que ya ni siquiera caminan por las banquetas recién construidas por el Ayuntamiento de Mérida, pues temen que este se les caiga encima.

Una parte de ese muro ya se desplomó, por lo que los obreros han intentado paliar este hecho colocando madera y una malla de hierro, misma que también ya se dobló.

“Para qué nos pusieron aceras si la gente ya no camina en ellas por miedo a ser aplastadas por ese muro”, cuestionaron los quejosos.

Carol Padilla Burgos, una de las impulsoras del movimiento, declaró que están cansados de no recibir respuesta por parte del municipio. En la última semana han intentado hablar con la alcaldesa María Fritz Sierra y con Aref Karam Espósitos, director de Desarrollo Urbano de la Comuna, pero hasta ahora solo han conseguido ser “canalizados” con los asistentes de los funcionarios sin que nada suceda.

En esta ocasión, la tercera vez que bloquean la avenida Quetzalcóatl, adelantó que “no se quitarán” hasta poder ser escuchados por la autoridad, por lo que la protesta se prolongará incluso hasta altas horas de la noche.