MÉRIDA, Yuc., lunes 13/08/18.- Una vez más quedó de manifiesto que Yucatán es utilizado como refugio de delincuentes, tal es el caso del empresario neoleonés Roberto Lozano Tamez, quien vivió durante ocho años en la entidad como un fructífero comerciante.

En pocos días el homicida Roberto Gabriel Lozano Tamez sería dado de alta de la “Clínica de Mérida”, donde convalece por las lesiones que sufrió tras el ataque de un tigre de Bengala de su propiedad, momento en el cual se dará cumplimiento a la orden de aprehensión en su contra.

Como hemos informado con detalle, Lozano Tamez era considerado fugitivo de la justicia hasta que fue atacado por una de sus mascotas, un tigre de Bengala, que sacó a relucir su personalidad y sus antecedentes.

A pesar de esta situación, Lozano Tamez se movía a sus anchas en la zona Sureste en vista que las autoridades de Nuevo León no enviaron oficios de colaboración a las diferentes fiscalías y procuradurías del país.

De manera muy discreta, vestidos de civil y haciéndose pasar como familiares de personas que se encuentran ingresadas en la “Clínica de Mérida”, agentes ministeriales de Nuevo León y de Yucatán montan vigilancia y resguardo en los pasillos de aquel hospital, a manera de prevención de cualquier acto de sustracción de los justicia que pretenda realizar el inculpado, así como de sus familiares, que en días pasados filtraron la versión que el delincuente tenía muerte cerebral, tratando de evitar de que afronte su responsabilidad en los hechos.

De la misma manera, Lozano Tamez enfrenta la averiguación previa correspondiente a la posesión de los ejemplares exóticos, así como la nueva denuncia en su contra y a su socia yucateca, la empresaria Marysa Torre Fuentelzas, por un fraude de 17 millones de pesos, denunciado este sábado por Rodrigo Díaz Gutiérrez.

Como se recordará, Lozano Tamez, a pesar de ser un asesino prófugo de la justicia, fue testigo de su socia yucateca en un juicio de carácter penal, donde incurrieron en falsedad de declaraciones.

En cuanto al resguardo de los dos tigres, estos continúan en el rancho “Santa María”, el cual carece de cualquier tipo de vigilancia. Se pudo averiguar que la PROFEPA no ha solicitado la presencia de elementos federales o estatales para resguardar el sitio donde se encuentran los animales

No obstante, los ejemplares de tigre de Bengala aún se encuentran en el citado rancho, que por cierto carece de todo tipo de vigilancia y sólo hay un empleado de la familia Lozano Xacur vigilando el lugar.

Asimismo se pudo observar que junto a la jaula de los tigres se encuentra un aviario, donde aparentemente se resguardaban aves exóticas de dimensiones considerables, tomando en cuenta que ahí se encontraban habitáculos tipo cajón, de aproximadamente 50 centímetros cuadrados, y en medio sus respectivos accesos.

Así las cosas, los elementos policíacos esperan que Lozano Tamez sea dado de alta y se cumpla la orden de aprehensión en su contra.