MÉRIDA, Yuc., lunes 13/08/18.- El señor Luis Felipe Sánchez Tun, de 71 años, vecino de la colonia El Porvenir, para sobrevivir acostumbra vender diversos objetos que transporta en un triciclo hasta un tianguis que se instala los domingos en Ciudad Caucel.

Sin embargo, ayer, cuando regresaba a su domicilio invadió el carril izquierdo de la carretera Caucel-Mérida y lo colisionó un automóvil, perdiendo dos dedos de la mano izquierda.

El señor Sánchez Tun llevaba en el triciclo dos pavos vivos, unas cubetas y diversos objetos, pero hasta arriba cargaba una tarima de madera y una carriola, transitaba por el carril derecho, pero conforme se acercaba al Anillo Periférico cambió de dirección, pretendiendo llegar al lado izquierdo.

Es prudente destacar que se trata de una carretera federal y que el carril izquierdo es de alta velocidad.

Pues resulta que don Luis Felipe se percató que se aproximaba un automóvil, pero aseguró que éste estaba muy lejos, continúo pedaleando y el coche lo alcanzó y chocó su triciclo en el costado izquierdo.

Debido a la fuerza del impacto el triciclo volcó, pero el señor Sánchez Tun no soltó el tuvo con que guía el triciclo, la tarima se corrió y le cercenó dos dedos, arrancándole las falanges de las yemas de los dedos con todo y uñas, quedando los huesos expuestos, por lo que fue trasladado al Hospital General Agustín O’Horán.

Se trataba de un Nissan Sentra, placas YWH-685-A, conducido por el señor Enrique Arceo Cardeña.

En menos de tres minutos llegó al sitio del accidente la ambulancia Y-13 de la Secretaría de Seguridad Pública, los paramédicos Edwin López y Pablo Nah de inmediato atendieron al lesionado, quien también resultó con una herida en la cara, nada de cuidado.

En el sitio se encontraban las patrullas 5972, 2026 y la 6051 asignada al Comandante José Ignacio Avilés Canul, responsable de la vigilancia del Anillo Periférico.

También estaban presentes varios familiares del conductor del Sentra y como suele suceder cuando hay un accidente de tránsito, lo primero que hicieron fue llamar a la aseguradora.

Sin embargo, al percatarse de la situación económica y de la edad del conductor del triciclo consultaron a los representantes de la autoridad sobre qué podían hacer para solucionar el problema y no perjudicar al señor Sánchez Tun.

El Comandante Avilés les explicó que si el representante de la aseguradora consideraba que su cliente no era el responsable del accidente cobraría los daños y no otorgaría un pase médico, y dejó muy en claro que el perito de tránsito que atendería el accidente entregaría el dictamen en el edificio de la corporación y por escrito, que en el lugar no podía hacer ningún comentario y era el conductor del automóvil quien tomaría la decisión de llegar a un acuerdo en el lugar del accidente.

Debido a lo anterior, el señor Enrique Arceo Cardeña y sus familiares decidieron reparar el Sentra por su propia cuenta para evitarle problemas al lesionado, no se requirió la intervención del oficial Oscar Can Can, quien era el perito que atendería el percance.