MÉRIDA, Yuc., sábado 23/06/18.- Rosalío Martínez Herrera recibió ejemplar condena de 39 años de cárcel del Tribunal Segundo de Enjuiciamiento, que lo encontró culpable de los delitos de pornografía infantil y abuso sexual por grabar en su teléfono celular, tocar y fotografiar en poses lascivas a una menor de edad, familiar suyo.

Lo condenaron también al pago de 1,424 días multa; le suspendieron sus derechos sobre la menor, y le impusieron el desembolso de 40 mil pesos por concepto de reparación del daño causado.

Durante un buen tiempo estuvo sometido a la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa.

El 1 de agosto del año 2016, el ahora imputado, estaba en una casa fraccionamiento Brisas de San José y por medio de la cámara fotográfica integrada a su teléfono celular fijó imágenes a la menor realizando actos de exhibicionismo corporal.

En las fotos aparece la menor quitándose la ropa hasta quedar totalmente desnuda, enfocando en especial el área vaginal.

Luego grabó un video realizando actos lascivos en ella, ya que aparece la víctima desvistiéndose y él aplicando con sus dedos una sustancia blanca en la vagina de la víctima.

Empleando el mismo equipo fijó fotográficamente a la menor realizando actos de exhibicionismo corporal y efectuó tocamientos en ella. En varias fotos aparece la vagina expuesta de la víctima.

También aparece en unas gráficas el imputado tocando con sus dedos la vagina de la menor y en algunas más el sujeto se exhibe con su pene erecto untándolo cerca de la zona íntima de la menor.

Esas imágenes y videos quedaron registrados de forma electrónica en la memoria SD contenida en el teléfono celular y fueron copiadas con posterioridad en el disco duro de una computadora personal.