Se han cumplido dos meses desde que uno de los coches autónomos de Uber atropellara y matara a una mujer de 49 años en Tempe, Arizona, convirtiéndose en la primera muerte registrada por un vehículo de conducción autónoma. Desde entonces, hemos visto todo tipo de reacciones, como el vídeo del coche, y prohibiciones por parte del gobierno de Arizona, pero ahora es la misma Uber quien ha decidido retirarse del estado y cerrar sus pruebas en este estado.

Tras saber que el coche de Uber sí habría detectado al peatón, parece que la compañía no piensa esperar los resultados de la investigación. Hoy Uber ha enviado un correo a todos los empleados donde dan a conocer la decisión de poner fin a las pruebas con coches autónomos en Arizona, lo que también implica el despido de los 300 conductores que trabajaban diariamente en el proyecto.