MÉRIDA.- Los hermanos Manuel de Jesús y Aníbal Enrique Medina Góngora y su amigo Luis Alfonso García Chávez, implicados en un  robo cometido en la empresa “Llantamaya” y en el tiroteo contra una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública, quedaron libres mediante la suspensión condicional de proceso.

Lo lograron con un pago de 8,500 pesos en parcialidades. Luego que lo aprobó el juez de control Rómulo Antonio Bonilla Castañeda.

De esta forma, los implicados entregaron 500 pesos y los restantes 8 mil pesos los pagarán en ocho cómodas mensualidades de a mil pesos cada una.

Las condiciones que el juez les impuso fue residir en su domicilio, no acercarse al lugar de los hechos, someterse a la vigilancia del Centro Estatal de Medidas Cautelares, tener un trabajo estable, no poseer ni portar armas y no salir del Estado. Sueños guajiros, o que sólo se cumplirían en el País de las Maravillas de Alicia.

Estos sujetos fueron detenidos en la colonia Portes Gil por agentes de la Policía Estatal, luego de que abrieron fuego contra los uniformados cuando los cacos intentaban huir.

Los policías Julio César del Ángel Solís, David Canto Noceda y Rutilo Ruiz Hernández, además del apoderado legal de la empresa afectada, Carlos José Ramírez Peniche, los denunciaron.

El 3 de noviembre pasado, a las 03:25 horas, estos delincuentes llegaron a “LlantaMaya”, ubicada en la calle 41 entre 26 y 28 de la Colonia Industrial y a la fuerza se apoderaron de 25 mil 598 pesos en efectivo.

Esto lo hicieron en complicidad de dos personas más cuya tarea consistió en permanecer en un auto Chevrolet, modelo Aveo, placas YWZ848A, a las afueras del comercio, para después retirarse junto a los ahora imputados.

Minutos después, al ser localizados a bordo del vehículo, Manuel de Jesús detonó un arma de fuego en tres ocasiones sobre los elementos policiales, atinándole al auto oficial, una camioneta  Titán, placas YR6324A.