MÉRIDA.- Discutir la situación migratoria que se registra en América y el mundo entero, así como su impacto, son algunos de los temas que se analizan en la Asamblea Mundial de la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (CLAMOR) que del 7 al 11 de mayo se realiza en Chile.

“El objetivo del evento es reflexionar sobre la situación migratoria que  impacta en todo el mundo, a fin de trazar caminos que permitan servir con mayor eficiencia a los migrantes, refugiados y víctimas de trata de personas”, manifestó el vocero de la Arquidiócesis de Yucatán, Pbro. Jorge Martínez Ruz, al dar a conocer participación de monseñor Gustavo Rodríguez Vega en el encuentro convocado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

Ante obispos de Guatemala, México, Ecuador, Honduras, República Dominicana, Venezuela y Chile, se revisará la realidad migratoria en el Continente Americano, la situación de los venezolanos, la migración en “la Era Trump”, los pactos globales sobre migración, la Campaña de Cáritas Internacional “Compartiendo el Viaje” y otros aspectos de impacto mundial.

Además, el 10 y 11 de mayo se realizarán las XX Jornadas Migratorias del Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI) 2018, en el que se unen representantes de gobiernos, embajadas, consulados y universidades.

Bajo el lema “Un nuevo Chile”, que se basa en la comprensión de un país que está en construcción y en el que los migrantes son también agentes transformadores que enriquecen su cultura, se llevarán a cabo las jornadas de carácter mundial.

Sobre la Red CLAMOR del CELAM, se informó que surge como respuesta a las necesidades de las personas que por distintos motivos se ven en la obligación de migrar.

“El objetivo se centra en integrar y articular carismas, recursos y experiencias de instituciones eclesiales comprometidas en el acompañamiento y servicio a migrantes, refugiados, desplazados, así como víctimas de tráfico y trata de personas”, explicó el vocero.

El trabajo de la red se desarrolla en base a cuatro principios fundamentales: la acogida, protección, promoción de la dignidad de quienes migran y su integración e inserción en las comunidades donde se desplazan.