MÉRIDA.- Como canes frente a un jugoso hueso, varios ex panistas, convertidos de la noche a la mañana a la izquierda se frotan las manos ante las posibilidades de que un triunfo del eterno candidato Andrés Manuel López Obrador les dé una delegación.

La lista la encabeza “Lechitas” (Joaquín Díaz Mena), seguido de Blanca Estarada Mora, priista convertida al panismo por conveniencia y ahora confesa morenista, también por conveniencia. Le siguen Mariana Cruz Pool y Antonio Peraza Valdez, quien en el PAN se quedó como el perro de las dos tortas, pero ahora cree que sí le tocará hueso. Marianita cambió sus ideales de derecha sólo porque le negaron la candidatura a la alcaldía de Motul, mientras que Tony lo hizo porque lo dejaron fuera de alguna candidatura a diputado local igual que a su esposa Diana..

La lista continúa con Ismael, hermano de Antonio, y quien igual que “Lechitas” y Blanca Estrada salió del PRI, estuvo en el PAN y ahora en Morena, en bandazos que cualquier MahanNa envidiaría.

El soberbio, prepotente y vividor del erario Jacinto Sosa Novelo, quien se volvió morenista luego que varios alcaldes panistas lo mandaron por un tubo cuando se les fue a ofrecer como asesor, pero pedía las perlas de la Virgen. Como panista le fue bien, pues tuvo varios cargos como diputado local, director del registro civil y delegado del RAN. Se le acabó la suerte y como es flojo no quiso ir a la iniciativa privada, sino que prefirió la ruta fácil de seguir prendido del erario.

También están el lamebotas número uno de “Lechitas”, el descerebrado ex alcalde de Cenotillo y ex diputado local Edgardo Medina Rodríguez, y Domitilo Carballo, ex alcalde de Akil y ahora diputado federal, como suplente de “Lechitas”. Por cierto a Huacho algunos le cambiaron el apodo y en lugar de “lechitas” le dice “Chocomilk”, porque la leche ya quedó Morena.

En esta lista de sabuesos tras un hueso aparece el insulso Felipe Duarte Ramírez, quien se vendió de la peor manera cuando intentó ser presidente del Comité Municipal de Mérida del PAN y a su paso como regidor meridano de Seguridad hizo jugosos “bisnes” con el corrupto director de la Policía Municipal Arturo Romero Escalante, quien luego hizo las mismas tranzas con Víctor Merari Sánchez Roca, hoy candidato a diputado local y quien de la noche a la mañana se hizo rico, de modo que ahora ya usa zapatos Ferragamo y dejó las chancletas que usaba en la colonia “Obrera”.

La lista de panistas, que dejarán sin “hueso” grande a muchos morenistas de corazón y de convicción es más larga, pero son “X”, que no vale la pena que la mano del Grillo se canse por escribirlos.

Nota parte merece Sofía Castro Romero, panista de más de 30 años que de la noche a la mañana se volvió de izquierda. Ya les diré cuales son sus planes inmediatos.