COAHUILA.- Su esposa lo dejó por otro hace poco más de un mes, hace tres semanas consiguió trabajo y la mañana de este lunes fue por su hijo de nueve años para celebrar el Día del Niño y luego de llevarlo a comer, lo llevó a su casa y lo asesinó a cortándole el cuello para enseguida morir hiriéndose él mismo con el cuchillo.

La víctima de sí mismo fue identificado como Rodolfo Peña Palomo de 40 años, quien además asesinó a su hijo Jonathan  de casi 9 años.
En su segundo matrimonio con Ángeles Dávila Muñoz de 30 años, procrearon a Jonathan y a una niña de 3 años, relató su padre Rodolfo Peña Moreno.
De su primer matrimonio, el hombre dejó a dos hijas mayores de 18 años.
Recordó don Rodolfo que lo habían visto muy deprimido desde que lo dejó su mujer y que incluso muchas veces se fue quedar a la casa con ellos.
Todos los días le hablaban hasta cuatro y cinco veces durante el día para estar seguros de que se encontraba bien pues aunque nunca les dijo nada, lo notaron demasiado apesadumbrado.
Éste lunes alrededor de las 10 de la mañana tuvieron la última comunicación con él, su mamá le llamó y él les dijo que estaba bien que no se preocupara que todo iba estar bien.
Enseguida salió de su casa y fue recoger al niño, lo sacó de la escuela y se lo llevó a comer y a pasear, hasta le compró un regalo y lo trajo a su casa y ya estando ahí, lo acostó en la cama y lo asesinó a degollándolo.
Luego él se hirió a sí mismo y terminó tendido en el piso junto a la cama, dentro de la recámara.
A la hora de la comida marcó su mamá y no contestaba y apartir de ahí la angustia de la señora se hizo más aguda, hasta que a las seis de la tarde llegó el papá y fue de inmediato a buscarlo sin siquiera llegar a su casa.
Esto es en prolongación Cipres, pasando Huizache en la colonia Nuevo Mirasierra.
El abuelo vive en el 879 de Ciprés y el hijo y suicida vive en el 866.
Rodolfo Peña Moreno dijo que al llegar a la casa de su hijo, la puerta principal estaba entre abierta y tenía la llave puesta por dentro, empujó y entró, luego se dirigió a la recámara la cual estaba cerrada con seguro, como pudo la forzó y pudo entrar solamente para encontrar a su nieto tendido sobre la cama en un charco de sangre y a su hijo tendido junto a la cama en el piso, también en un charco de sangre.
Dijo que no se quedó a ver más pues le dio un horror tremendo y que no se dio cuenta si había algún arma cerca.
Salió y pidió auxilio a los vecinos que llamaron al Sistema Estatal de Emergencias 911 reportando que había unos baleados.
Poco después llegaron elementos de Reacción de Fuerza Coahuila y elementos del Grupo de Reacción Saltillo quienes ingresaron a la vivienda y encontraron los dos cuerpos, tras ellos llegaron paramédicos de bomberos quienes confirmaron que el niño y el hombre estaban sin vida.
Enseguida se colocaron las cintas de acordonamiento y esperaron la llegada de personal de la Fiscalia General de Justicia del Estado para que realizaran las pruebas periciales y la recolección de evidencias para proceder a las investigaciones.
Fue hasta que se concluyó la necropsia que se estableció la causa de la muerte.