MÉRIDA.- Como una niña, Ricardo Pasos Hernández, al saber que se le iba a revocar la suspensión condicional que gozaba, se puso a llorar, sin tomar en cuenta que no cumplió ninguno de los requisitos que se le habían impuesto para que esté en libertad mientras lo procesaban por el delito de robo calificado cometido en pandilla.

El juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero ordenó que al término de la audiencia fuera ingresado al reclusorio.

En el tiempo que estuvo libre, Ricardo ingresó en un par de ocasiones a la cárcel pública por escandalizar; no vivía en un solo predio y eran constantes sus cambios de domicilio.

No acudía a realizarse las pruebas psicológicas y médicas; el localizador electrónico que llevaba en el tobillo siempre se quedaba sin carga y no contestaba a los avisos del personal del Centro Estatal de Medidas Cautelares.

Mugarte Guerrero decretó que se reanude el proceso y por eso la medida cautelar de prisión preventiva terminará el 6 de mayo.

Cabe indicar que la semana pasada, el coacusado de Ricardo, Jorge Alberto Heredia Zapata, quien es un delincuente reincidente, fue beneficiado con la suspensión condicional de su proceso por el último robo en el que participó y quedó en libertad por conducto de uno de los tantos medios alternativos para no enjuiciar a los infractores de la ley.

Estos delincuentes, al igual que Emmit Aldair Silva Tomé, fueron denunciados por Oscar Armín Rosado Cruz. También estuvieron implicados Daniel Jovany Collí Chi y Marieli del Carmen Lara Hernández.

El 30 de diciembre del 2017, a las 20:45, cuando estaban a las puertas de una casa de la calle 14 entre 21 y 23 de la colonia Chuminópolis, en donde habita el inculpado y se hallaba parado el afectado, al que por medio de la violencia le arrebatan su celular.

Como si nada, se dieron a la fuga a bordo de un vehículo, pero fueron detenidos más tarde.