MÉRIDA.- En un ejemplo de que la JUSTICIA en Yucatán sólo se le aplica a los amigos y comadres de los juzgadores, después de casi un año se procedió penalmente contra Alexis Marcelo Rivero Vargas, quien lesionó en un ojo a un entrenador de fútbol, luego de un partido.

Los hechos ocurrieron el 9 de marzo de 2017, en el campo de fútbol de la Unidad Deportiva Morelos, poco antes de las 23 horas, después que un partido de futbol de la liga segunda fuerza libre terminó en un zafarrancho y el entrenador del equipo “Club Fovisste”, Carlos Antonio Pino Bestard, resultó con un golpe en el ojo derecho, con un objeto contuso; el agresor pertenece al equipo “Atlético San Ichil”.

Rivero Vargas está acusado del delito de lesiones que tardan en sanar más de 15 días y fue presentado ante el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero, que le impuso una serie de medidas cautelares.

Le impuso la obligación de acudir a firmar los días 7, 8 y 12 de marzo ante personal del Centro Estatal de Medidas Cautelares y de la Suspensión Condicional del Proceso; no salir del Estado sin autorización judicial; someterse a vigilancia; no acercarse a 50 metros de la víctima o testigos, y no comunicarse con la víctima o testigos.

Estas medidas estarán vigentes hasta la audiencia de vinculación, que se llevará al cabo el lunes 12 de marzo.

El 9 de marzo del 2017, poco antes de las once de la noche, Pino Bestard estaba en el campo de fútbol de la Unidad Deportiva Morelos, pues entrena al equipo de Segunda Fuerza “Club Fovisste “, y en determinado momento comenzó una agresión entre los jugadores de ambos equipos.

Debido a que la mayoría de los jugadores de su equipo son menores de edad intervino, ya que habían golpeado a uno de sus pupilos, aunado a que entre los mismos se encontraba su hijo.

Supuestamente sólo intervino para separar a sus jugadores de sus rivales, sin que haya agredido a alguno de los del otro equipo.

Sin embargo, varios jugadores del otro equipo empezaron a golpearlo en diversas partes de su cuerpo, pero de momento el hoy imputado le propinó un golpe en el ojo derecho con un objeto sólido y empezó a sangrar abundantemente, causándole de esta manera lesiones externas que por su naturaleza no ponen en peligro la vida y tardan en sanar más de quince días.