MÉRIDA.- Con la bolsa llena de billetes, “Lechitas” dio un salto político y se pasó a MORENA, partido político por el cual será candidato a gobernador, aunque sabe muy bien que nunca ganará, porque el PRI nunca lo permitirá, sino sólo lo usará para quitarle votos al PAN.

Confirmada ya la salida de “Lechitas” (Joaquín Díaz Mena), que El Grillo anunció desde el 25 de diciembre del año pasado (http://grilloporteno.com/2017/12/25/mientras-presiona-al-pan-el-diputado-lechitas-coquetea-con-morena-afirman-panistas/), ya varios cuervos disfrazados de canarios graznaron, creyendo que cantaban, y dijeron cada cosa que si mi abuela la leyera se vuelve a morir.

Amigo Grillolector, para El Grillo, en su humilde opinión, la razón, la lógica, las estadísticas y la coyuntura local indican que “Lechitas” nunca ganará la gubernatura, salvó una gran catástrofe electoral; son varios los factores que así lo indican, pero eso le importa poco al sanfelipeño, quien asesorado por Blanca Estrada Mora, otra ex priista, dio el salto al vacío político, pero con la cartera llena de billetes que le aseguran su jubilación.

Estadísticamente, Yucatán es un estado bipartidista, en el que sólo existen PAN y PRI, de modo que cualquier candidato de otro partido político tiene nulas posibilidades de ganar. De 1929 a la fecha todas las elecciones, excepto la de 2001 ganó el PRI: sólo perdió cuando hubo vientos de cambio que llegaron desde el centro, movidos por Vicente Fox y el hartazgo de la gente, por el PRI.

“Lechitas” obtuvo un buen número de votos en 2012, debido a que lo postuló el PAN, pero a pesar de eso Rolando Zapata Bello le dio tremenda felpa, de modo que hasta en Mérida, en donde ganó el panista Renán Barrera Concha, el sanfelipeño perdió.

Cuando Ana Rosa Payán Cervera hizo su berrinche en 2007 dejó al PAN y compitió por el gobierno del estado por Todos Somos Yucatán, un nombre soberbio como la política de origen campechano, apenas obtuvo 27,126 votos y luego perdió todas las elecciones en las que compitió por otros partidos. Es decir, todo lo que Ana Rosa logró fue gracias al PAN.

Esa es la ruta que le espera a “Lechitas”: Derrota tras derrota y se conformará con recibir puestos en gobiernos, como consolación.

MORENA y “Lechitas” carecen de la estructura para competir por el estado, pues sólo el PAN y el PRI la tienen y eso que el tricolor la tiene  mejor que los azules.

En 2012, en la elección de gobernador, del 1.044,435 votos válidos, entre PAN y PRI se repartieron 910,275, de modo que le dejaron UNICAMENTE 134,160 a los demás seis partidos restantes. Una cifra contundente que habla del bipartidismo en Yucatán. Los números no mienten. Sólo una catástrofe electoral y alguien con el carisma de John F. Kennedy podría romper este bipartidismo, pero en México y en Yucatán no lo hay.

En Yucatán se utiliza la estrategia “divide y vencerás” que en el Estado de México le dio el triunfo a del Mazo, cuando marchaba tercero en las preferencias electorales, detrás de los candidatos de MORENA y del PRD.

Con la división, el PRI le apuesta a que con su estructura y el voto duro le basta para que su candidato al gobierno del estado, Mauricio Sahuí Rivero, gane e incluso Víctor Caballero Durán, que va por la alcaldía de Mérida.

El PAN tiene la única opción de hacer una muy buena campaña, que incluya guerra sucia, porque no hay verdadera campaña sin guerra sucia, y que reinvente a Mauricio Vila Dosal: No es imposible, sólo se requiere de talento, creatividad y capacidad.

A los azules les podría ayudar el hecho de que la gente perciba que quieren por todos los medios derrotar al PAN, para que los ciudadanos se identifiquen con el candidato martirizado y decidan apoyarlo, lo que podría suceder.

Los dados están cargados, muy cargados y Acción Nacional tiene un gran reto delante de si: Si se equivoca en su estrategia sólo terminará de hundir el barco.