MÉRIDA.- Una vez repartidas las candidaturas del PAN, tal y como había anticipado El Grillo, los grandes perdedores son el “Diputado Lechitas” (Joaquín Díaz Mena), Kathia Bolio Pinelo, Vicente Euán Andueza, Mauricio Díaz Montalvo, Beatriz Zavala Peniche y Daniel Ávila Ruiz.

La lucha por el “hueso” fue encarnizada, dura, sangrienta, muy al estilo de los panistas de doble moral, que se sienten santos, pero son tan corruptos como El Peje o Carlos Salinas de Gortari, Elba Esther Gordillo y Emilio Gamboa Patrón.

Al final, que con “su pan, huevos y su leche” se la coma Huacho, el ex priista manejado por Blanca Estrada Mora y el cabeza de chorlito de Patricio Patrón Laviada;

“Lechitas” se quedó sin nada por su terquedad y soberbia, pues se entercó en querer ser senador y despreció la pluri local y la coordinación de la bancada panista, lo que como ave de rapiña aprovechó la Buctzotzlovaca (Rosa Adriana Díaz Lizama), quien la pidió y se la dieron.

“Lechitas” dijo que si no lo designaban candidato a senador se iba a su casa. El Grillo espera que cumpla su palabra, ya que su soberbia no le da para entender que la política es de compadres y él no tiene compadres que lo ayuden. “Hasta la vista Baby Lechitas”.

La “Princesa de los Moches” (Kathia Bolio) quedó en un lejano tercer lugar de las pluris locales, de modo que difícilmente conseguirá ser diputada, lo que le duele en el alma, porque ya se había acostumbrado a hacerse de buen dinero de manera fácil, por medio de inflar el precio de obras, del dinero que conseguía para los municipios. Hizo buen dinero de modo que al año pasado (2017) gastó $5 millones en una casa en la playa (en san Bruno) y en un yate.

Vicente Anastasio Euán Andueza, el nefasto alcalde de Motul, el peor que ha tenido el municipio, se quedó sin nada, luego de que “manoseó” todas las candidaturas posibles: quiso reelegirse, intentó ser candidato a diputado federal por el II Distrito e incluso diputado estatal por el IX. Prácticamente dejó en bandeja de plata la alcaldía a la oposición, pues realizó un pésimo trabajo, estuvo rodeado de toda clase de escándalos, muchos de ellos por su alcoholismo, y ahora deberá regresar a su fábrica de hielo, la cual le cerraron un tiempo porque pirateó productos.

A su vez, Díaz Montalvo se quedó sin nada, porque no supo bajarse a tiempo y negociar una posición: sus “asesores” o su incapacidad política y falta de captar la realidad le hicieron creer que podía competir contra Renán Barrera Concha. Al final, cuando se dio cuenta que su peso político era minimosca y no espantaba a los pesos completos, ya se habían repartido los “huesos” y él se quedó sin nada.

Finalmente, el llamado “Rey de los Moches”, el tizimileño Daniel Ávila se quedó como los chinitos, milando como sus compañeros se repartían el botín y a él no le tocó nada.

La llamada “Tía Betty” quedó en un lejano onceavo lugar de la lista de candidatos plurinominales de la tercera circunscripción, de modo que su permanencia en la ubre oficial tendrá que ser por medio de la Comuna meridana, si la gana Renán Barrera Concha o de lo contrario su larga trayectoria de 23 años ininterrumpidos viviendo de los mexicanos se verá truncada.

En la siguiente nota hablaremos los usurpadores.