MÉRIDA.- Cual masoquista consumada, Martha Mariana Mendoza Capitaine no esperó a que se impute por los delitos de violencia familiar y lesiones calificadas a su ex pareja sentimental Ángel Joan Fitzmaurice Mendoza y lo perdonó, después que la insultó, la golpeó, la tiró por un barandal y hasta intentó estrangularla.

El juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero no tuvo oportunidad de decretar como legal la detención de esta persona.

Primero se asesoró a la querellante y se le explicó el motivo de la audiencia, pero señaló que su decisión era otorgar el perdón en atención que llegó a un arreglo satisfactorio con su ex pareja y la familia de éste.

Al iniciar la audiencia de control, la querellante señaló que de manera libre y espontánea daba su anuencia al perdón correspondiente y que le fue garantizada la reparación del daño a que tiene derecho, por 5 mil pesos.

También aceptó que no tiene cosa ni cantidad alguna qué reclamar en lo presente y futuro.

Mugarte Guerrero resolvió que se extinguía la acción penal y se renunciaron a los plazos para la interposición de recurso alguno.

El domingo 18 de febrero, Martha Mariana invitó a su ex para que hablen sobre sus problemas y lo citó en su casa (de la mujer) ubicada en el fraccionamiento Paseo de Opichén. Fitzmaurice Mendoza estaba ebrio y pretendió reconciliarse con su ex pareja, pero ésta lo rechazó.

En un momento determinado, el sujeto empezó a golpearla, como había acostumbrado, y la mujer subió al segundo piso, en donde continuó el ataque, a tal grado que la arrojó por un barandal, para lesionarse en el tobillo al caer.

Luego, Fitzmaurice Mendoza tomó un cable y amenazó con matarse, pero al acercarse la mujer para impedirlo, el individuo empezó a ahorcarla.

Más tarde pretendió tener relaciones sexuales y al quedarse dormido, la mujer se comunicó con su ex suegra y pidió ayuda a la policía, que llegó y lo detuvo.