MÉRIDA.- Al recibir 35 mil pesos de su ex Pedro Pablo Palma Escribano, la señora Maricruz Pérez Méndez decidió olvidar que el sujeto la hirió con un arma blanca, cuando éste recibió de parte de la mujer un no como respuesta a la propuesta de regresar a vivir juntos.

Esta mujer tuvo la supuesta asesoría de un abogado, que le recomendó que era mejor tomar ese dinero que seguir pretendiendo que se le hiciera justicia.

El juez de control Luis Edwin Mugarte Gurrero atestiguó el acuerdo al que llegó la mujer con el abogado de Palma Escribano. De un “plumazo” se sobreseyó el caso por los delitos de lesiones calificadas y violencia familiar.

Los hechos se dieron el 10 de junio de 2015, a las 23 horas, cuando Palma Escribano estaba afuera de la casa de Maricruz, ubicada en la calle 69 entre 19 y 30 de la colonia Miraflores.

Cuando llegó la mujer, ambos ingresaron al predio, en específico a una habitación que se encuentra en planta alta, para platicar.

Sin embargo, en un momento dado de la plática, Pedro Pablo atacó en diversas partes del cuerpo a Maricruz con un arma blanca y le ocasionó lesiones, que fueron consideradas como aquellas que no ponen en peligro la vida y tardan en sanar más de quince días.

Al tratar de efectuarse una audiencia de formulación de imputación, la víctima, debidamente asesorada por su abogado particular, manifestó su deseo de otorgar el perdón al imputado.

Por tal motivo, el juez decretó la extinción de la acción penal