MÉRIDA.- José Luis Otero Huerta, de 26 años de edad y originario de Querétaro, fue la persona que murió en el Hospital O´Horán, debido a que estaba delicado de salud cuando policías de Progreso lo sacaron de un hospital y lo llevaron preso.

Aunque este hecho se mantuvo oculto, se sabe que los policías que actuaron con negligencia están bajo investigación, por su probable participación de un flagrante abuso de autoridad, por la muerte de un preso, pero la corporación dio su versión a los medios de comunicación que le son afines.

En los próximos días los agentes serán puestos a disposición del juez de control de Progreso, para que respondan por la muerte del queretano, aunque sea de un delincuente, mientras que el alcalde de Progreso, José Isabel Cortés Góngora y el director de la Policía Municipal Pablo Pech Pech, han decidido callar este penoso hecho, que pone en entredicho la actuación de las autoridades del puerto.

El ahora occiso, al parecer, no tiene familiares en el Estado y, por lo tanto, no han denunciado los hechos. Sin embargo, este tipo de situaciones son investigadas de oficio. Otero Huerta, quien era adicto al alcohol y las drogas, en tres ocasiones en enero, fue detenido por entrar a robar a un expendio de cerveza del malecón.

La última ocasión, supuestamente, se cayó de su propia altura y golpeó el cráneo fuertemente.

Es por eso que fue hospitalizado y al paso de los días, agentes de dicha corporación fueron en su búsqueda, para consignarlo al Ministerio Público.

Sin embargo, el sujeto estaba “canalizado” y aún no había sido dado de alta. Cuando fue presentado en el Ministerio Público de Progreso, el guardia que lo recibió se percató que tenía huellas de catéter en uno de sus brazos y les hizo la observación a los oficiales que se lo entregaron.

Al paso del tiempo, el sujeto se puso mal y se ordenó su traslado al Hospital O’Horán, donde murió posteriormente por traumatismo craneoencefálico.